90. PLAYDATE CON LAS PSICOPE

Jueves 25 de julio

Fue una noche interrumpida, me desperté millones de veces. Finalmente, después de hacer fiaca en la nube me levanté. De desayuno quise cambiar la quesadilla y me hice un tostado de queso en el famoso Wok, quedó muy bien la verdad. Llegó Judith y nos dio vuelta la casa, quedó impecable. Tocan el timbre, ¡era mercado libre con mi nuevo juego! Lo pedí ayer para que llegara hoy, con la esperanza que llegue para que las chicas puedan probarlo. Es un juego que conocí en un curso de tratamiento psicopedagógico, donde la profesional que lo daba nos mostró todos los materiales que usa. Dentro de los millones que nos mostró y llevó, yo me guardé varios para ir sumando, de a poco, a mi consultorio. Este se llama “speed pucks”, es un juego de velocidad, planificación, resolución de problemas, magnífico.

Hoy tengo almuerzo con mis facu-amigas, clave las vacaciones de invierno para poder coincidir todas. La primera en llegar fue Flor, tandilense que se mudó hace poco a la plata. Bajé y fuimos a hacer las compras para el almuerzo, el menú es estofado de osobuco, pero cuando llegamos a la carnicería no tenían. Terminamos comprando otra carne que no recuerdo pero nos la recomendó el carnicero. Después fuimos a la panadería a comprar los pancitos del cielo, los tienen que probar, y por último la verdulería. Qué lindo que es mi barrio, todo en la misma cuadra de casa, maravilloso.

Subimos, es la primera vez que Flor viene a casa. Así que mientras Judith terminaba de limpiar la cocina, le hice el tour, le mostré el libro de Male y conoció a Coco. Después llegó Loli, embarazada de 6 meses de Tatu, con una panza considerable, viene parecida a Flo, creo que un poco menos. Flor empezó a cocinar pero no nos dejó ayudar, es la designada. Cami fue la última en llegar, pobre dio doscientas vueltas tratando de encontrar lugar para estacionar, ¡hasta los estacionamientos están completos! Nos pusimos un poco al día todas mientras se cocinaba todo. Cami y Loli probaron mi nuevo juego, Flor no se animó. Parecía que Cami iba a salir campeona pero de repente Loli remontó y ganó varios seguidos, creo que al final quedaron empatadas, o eso dijo Cami. Después almorzamos el estofado, que salió riquísimo. El postre no me querían decir qué era, Cami estaba muy emocionada así que me imaginé que era algo de chocolate. Llegó con una caja gigante de Maru Botana, sí o sí iba a ser riquísimo. Trajeron una torta para cien personas, de brownie, dulce de leche, mousse de chocolate y arriba miles de tiritas de chocolate, muy deliciosas. Obvio que ya conocía esta torta y sabía lo riquísima que era, hubo un par de años que con Clari íbamos a probar todas las tortas de Maru, esa era nuestra juntada básicamente, una vez por mes.

Comimos la torta, las chicas la acompañaron con un té con limón, y jugamos a un juego que trajo Cami: “código secreto”. Es un gran juego, alguien me lo había nombrado ya, no sé si Jose o Delfi. Nos divertimos un buen rato tratando de adivinar las palabras y no elegir la que te hace perder. Hubo una vuelta que con Flor logramos hacer cuatro palabras de una, ¡capas totales! Ya en la última jugada llegaron Fran, marido de Loli, y Pipe, su hijo. No puede ser más amoroso, Flor y yo no lo vemos desde hace mucho tiempo, pero él iba chocho con todas. Le encantan las tortugas así que aproveché para sacar mi memo test de tortugas, estaba en llamas, muy divino. Después me quedé jugando con Pipe y ellos jugaron al Lucky numbers, la desubicada de Flor ganó mientras hablaba por teléfono, el siguiente lo ganó Andy, creo. Estábamos tan copados que se nos pasó el tiempo, ya para el final yo estaba agotada y lo percibieron. Repartimos la torta entre todos y nos despedimos, gran día.

Me tiré en el sillón y cuando recuperé energías, escribí el capítulo. Pedí las fotos para sumarlas a la publicación, tarea del día cumplida. No sabíamos qué comer a la noche, el estofado quedó todo el día en la cacerola, nos olvidamos. Andy decidió que yo no podía comerlo, él lo hizo sopa y yo me hice unos fideos tricolor con queso y crema, nunca fallan. De postre, el riquísimo arroz con leche pero esta vez con dulce de leche, me dio fiaca rallar chocolate. Mientras comíamos vimos “Survivor”. Después Andy ordenó y limpió la cocina, yo me fui a bañar y nos encontramos en el sillón para ver “El encargado”. Empezamos con un capítulo y terminamos viendo dos o tres, no recuerdo, pero terminamos la temporada 2. Ahora toca ser pacientes, porque la temporada tres parece que sale un capítulo por semana, no me gusta eso.

Totalmente agotada, rezamos juntos y nos fuimos a dormir. Normalmente es Andy el que duerme casi arriba mío, este último tiempo ya no, creo que le da miedo aplastarme. Esta vez fui yo la que durmió de su lado casi toda la noche, para que sepa lo que se siente tener a alguien durmiendo casi arriba tuyo. Obvio que no fue a propósito igual.