87. ¿YO, MALCRIADA?

Lunes 22 de julio

A las 7:30 hs salí de la cama, el dolor era insoportable, pensé que lo mejor era meterme en la bañadera con agua caliente y flotar un rato. Prendí el agua y empezó a llenarse. Vino Andy velozmente sin entender por qué estaba levantada a esa hora. Volví a la cama y él a trabajar al escritorio. Pero en cuanto me acosté descubrí que ya no había posición en la que pudiera estar sin dolor y lo único que se me ocurrió fue pedir ayuda. Llegó Andy y empezó a hacerme masajes en la espalda, me calma un montón, además se le ocurrió traer la manta eléctrica. Yo notaba que no tomaba calor, pero decidí confiar, quizás era mi ansiedad. Después de un rato le pregunté si la había prendido y descubrimos que la había enchufado perfectamente pero que nunca subió el botón de encendido, es lo más, es la segunda vez que le pasa. Se quedó conmigo haciéndome masajes hasta que la bañadera estaba lista. Me metí y me trajo el Kindle, no duro ni dos minutos si no. Empecé a leer Born, mucha información pero me parece re interesante.

A las 9:30 me pasó a buscar mamá, hoy me toca control de sangre de nuevo, ojalá hayan subido los glóbulos, no me puedo bancar otra inyección y menos estos dolores. Esperamos un rato, hoy me sacó sangre otra señora, muy amorosa, le gustó mi sweater. De ahí nos fuimos caminando hasta lo de mamá, está bueno un poco de aire fresco en la cara. Estaba Luis, encargado del edificio, que lo conozco desde los 8 años y nos llevamos excelente. No lo veía hace un montón, creo que un poco le impresionó verme pelada pero lo escondió muy bien, amoroso.

Yo fui con vianda de casa, ayer Andy me preguntó si quería algo de té. A pesar de decirle que no, llegó con no uno, sino tres pain au chocolat. Así que me traje dos para desayunar, sí, duró muy poco el desayuno no dulce. Pero hoy me lo re merecía, dolor insoportable y sacada de sangre, que no me molesta tanto pero tiene su estigma pobre. Desayunamos juntas y aproveché a preguntarle cómo fue su adolescencia y qué se acuerda de la época de la dictadura. También discutimos sobre la película 1985, si alguien sabe de alguna película donde la trama sean los guerrilleros, me encantaría verlas, también acepto libros. Además me contó algunas historias de su abuelo, pero más que nada de la primera presidencia de Perón. Debería ir anotando todo porque siempre me olvido, una vez con la Nonet me llevé un cuaderno para ir escribiendo lo que me contaba y hace poco me trajo el árbol genealógico de su familia, me encanta.

Después me fui al sillón y mamá se puso a ordenar el ropero, encontramos varias cosas. Todo medio que volvió a cómo estaba originalmente pero con alguna cosa menos. Estábamos buscando telas para bordar cosas lindas. Además me probé el sweater que le hizo mamá a Jose y me medí el mío, yo no entiendo la velocidad que maneja mi madre para tejer, es impresionante. Mi sweater ya lo tiene casi listo, y eso que ya destejió toda la espalda porque habíamos descubierto que era medio grande. Además empezó con el chaleco, impresionante, todo lindo. Después preparó un matambrito de cerdo al horno acompañado de batatas doradas a la manteca, gran menú. Hoy no comí postre porque después íbamos a buscarlo a lo de Rafi.

Me pasó a buscar papá, quería ir a lo de Rafi para buscar las compras que había hecho y que trajo un amigo suyo de Estados Unidos, funda para Kindle y más papeles para la impresora. Además, ayer Cris me había traído especialmente un arroz con leche, obvio que era la razón por la que estábamos yendo. Antes papá tenía que pasar por lo de Flori a buscar algo, y cuando subió surgió la posibilidad de ver a Male, en ese momento estaba en un show en la librería pero estaba por terminar. No los veo hace mucho, por supuesto que dije que sí. Fuimos a lo de Ra, que es a tres cuadras, charlamos un ratito. Justo hoy que queríamos ir a lo de Male estaba re charleta, sospecho que estaba cansado y no quería volver a trabajar, éramos una buena distracción. No conocí su casa, pero viven en un edificio tan fashion que hasta tiene estacionamiento de cortesía, se fueron para arriba.

Llegamos a lo de Flori y Fede, y todavía Male no había llegado, pero mi ahijadito dormía plácidamente en el sillón con los brazos hacia arriba, más capo no hay, entendió todo. Cuando llegan, les abro pero me escondo atrás de la puerta. Male entra, se pone feliz de ver a papá y pregunta “¿está Lulo?”, la amo. Se da vuelta, me ve y nos damos un lindísimo abrazo. Me muestra a su hermano, porque está totalmente obsesionada me parece, es una divina. Pero al toque me agarra la mano y nos vamos a jugar a su cuarto, hicimos de todo un poco hasta que llegó el abuelo Fafa y se puso a tirar el globo para todos lados. No entienden la felicidad de Male, estaba tentadísima, más cuando aprendió a tirarlo ella. Se lo tiraba en la cara a papá y se estallaba de la risa, es tan lo más. Flori me había comprado un pain au chocolat, a pesar de que le haya dicho que no quería nada, yo siento que no me escuchan últimamente. ¡Obvio que es una divina! Antes de irnos tocó cambio de pañal de Mateo y cuidarlo un ratito antes de que coma. Es una cosita divina y maciza, no parece para nada recién nacido, según Flo que Male llegó a pesar 4 kilos más de uno o dos meses después de haber nacido. Este gordo tiene apenas dos semanas.

Decidimos que es hora de ir a descansar, llegamos a casa y cada uno fue a su cuarto. Papá ya tiene hasta su almohada personal. Leí un ratito Born y me quedé dormidísima. Cuando me levanté, me llegó mensaje de Flo que me había olvidado el pain au chocolatt que me había comprado, le propuse que se lo coman Fede y Male pero me parece que no la convencí. Me senté a escribir los dos capítulos que me habían faltado, difícil acordarse de días que fueron bastante similares, sin ningún evento en particular. Pero lo logré con ayuda del armado de menú por días, sí, ya saben que mi vida gira alrededor de las comidas, no es ninguna sorpresa.

Mientras escribía, le pedí a papá si podía cortar una cebolla y caramelizarla, hoy comemos tarta de choclo. Cuando buscamos el choclo cremoso, para mi sorpresa, descubrimos que no quedaba más. Está claro qué cosas nos gustan y qué cosas no. Andy hizo una compra gigantesca de latas hace un montón en el mayorista, lo único que nos falta es choclo, porque lentejas, arvejas, garbanzos y atún tenemos para tirar al techo. En su defensa, decidió que él iba a hacer humus y por eso compro tanto, pero después hizo una vez, creo que no le gustó cómo salió y abandonó. La cuestión es que no había choclo cremoso y papá se ofreció a ir a comprar. Puse la masa con un poco de queso en la base al horno, para que se vaya tostando. Seguí con la cebolla y volví a mi escritura. Quería terminarlos para que papá los leyera antes de irse. Llegó Andy y al ratito volvió papá con 5 latas de choclo cremoso, ¿es una cuestión masculina el comprar mucho de cada cosa? ¿O yo me busqué un marido igual a mi papá? En un ratito, con papá, terminamos de preparar la tarta, mezclamos todo, él ralló queso y al horno.

Corregimos los dos capítulos y definimos los títulos para cada uno. Los publiqué y nos despedimos de papá. Estaba tentado con comer vacío en la parrilla enfrente a su casa desde temprano, se ve que la tarta no lo tentó lo suficiente para quedarse. Publiqué los capítulos, por primera vez sin fotos casi, no hubo mucho por fotografiar este fin de semana. Nos sentamos a comer con Andy, y perdón que lo diga, pero mi tarta de choclo es magnífica, esta vez además tenía cantidades descomunales de queso. Mientras comíamos charlamos de lo que había hablado con mamá y otros datos que cada uno tenía del tema. Pero llegó un momento en el que Andy me estaba dando mucha información. Como yo quería recordarla pero mi atención a esta altura del día era inexistente, decidimos retomar mañana con un poco más de descanso encima. Vimos otro capítulo de “The Bear”, pero no nos estaría terminando de enganchar. La primera temporada nos pasó lo mismo, la segunda a mí me gustó más y esta es un poco extraña. Me fui a leer al cuarto pero llegó un momento en el que ya no podía incorporar más información en mi cabeza. Rezamos juntos y a dormir.

 No seré la mejor fotógrafa pero de tartas algo sé.