85. HOY HUBO PALIZA
- Mery Torello
- 22 jul 2024
- 5 Min. de lectura
Sábado 20 de julio
Hoy toca análisis de sangre pero aún no tengo la receta. Lo primero que hice cuando me desperté, en un horario lógico, fue mandarle mensaje a Laura para recordarle. No pensaba activar el día sin tener la receta, supuse que si no me la mandaba antes de las 11 hs iría igual, subiría al cuarto y pediría que la hematóloga o clínica del día me la haga. Pero no fue necesario, a las 9:30 tenía la receta. Ahora, el siguiente obstáculo del día era Andy. Ayer nos acostamos re tarde y él viene de toda una semana de acostarse tarde y levantarse temprano, los sábados le gusta dormir más, obvio. Como ya saben que soy lo más malcriado que hay, mandé mensaje a ambos padres para ver en qué andaban. En el caso de papá, pensé que si no se había ido aún de la capital, me podía llevar y después irse. En el caso de mamá, si ya estaba despierta, me podía buscar en su auto.
La primera en responder fue mamá, soy malcriada pero consciente de serlo, porque medio me arrepentí de molestarla. Andy estuvo muy contento de poder, por una vez, dormir un poco más. Me buscó mamá, tan genia, me acompañó y nos tocó esperar un rato, nada de gravedad. Me quería comprar medialunas pero yo no puedo recibir más alimentos de los que ya tengo, de verdad no puedo. Hoy la persona que me sacaba sangre, con toda la seguridad del mundo y como si estuviera avalada por la medicina, me dijo que no debo comer harinas ni azúcar. Que eso alimenta a las células cancerígenas, que si como, es como tirar todo el esfuerzo que estoy haciendo por la borda. Poco sabe ella, que si yo no como dulce, me deprimo y tampoco va a ser bueno, ya tenemos suficiente con las internaciones. Además me recomendó el aceite de coco (Rosita ya me lo había nombrado). Ella lo usa como reemplazo del común, de girasol. Me parece super bien pero lo que me proponía esta señora era tomar una cucharada en ayunas. Y yo estoy segura que muchos lo hacen y lo hacen felices y de mil amores, pero yo me parece que de esta, paso. Tengamos en cuenta que ya hablé con Laura del tema y su conclusión para lo dulce fue que no está avalado científicamente porque si no los diabéticos serían propensos a tener cáncer (todo super simplificado por una simple psicopedagoga, no lo olviden). De lo segundo no me dijo nada y tampoco lo hicieron las miles de nutricionistas que me ven en el Mater a diario, con lo cual, supongo que no es tan necesario. Obvio que esta señora lo decía todo con la mejor de las ondas y super amorosa. Creo que me explayé más porque este fue el highlight de mi día, un poco triste ¿no?
Mamá me trajo a casa y se fue a una obra que tenía que ver al parquetista. Llegué a casa, no cansada, AGOTADA. Andy ya se había levantado y se ofreció a prepararme el desayuno, es lo más. Nesquick tibio con dos tostadas del pan del cielo, cortesía de papá, excelente servicio. “Vimos” las qualis de Fórmula 1, él miraba y yo jugaba en el celular, estoy ganando muchas estrellas, vamos que este campeonato es mío. En un momento del día, creo que fue más tarde, le conté a Andy que me había ganado plata en el juego. La cual es necesaria si queres jugar más y no tenes más vidas gratis. Me pareció genial que piense que yo, “la agarrada al peso”, voy a gastar plata real en un jueguito de colores, tantos años juntos… Obvio que no pongo plata real de nada, te la ganás por diferentes desafíos que va planteando, parece re tonto, pero si jugás con estrategias logras mejores resultados. Activamos: planificación, atención, uso efectivo de recursos disponibles, no es una tontería, eh. La explicación de mi juego vino después de que él me explicara el suyo. Últimamente, me estoy despertando con el ruido de los pájaros cantando y me recuerda a mi pre adolescencia, en la que mi hermano se pasaba horas y horas jugando a ese juego sin parar. Nunca entendí cómo se juega, solo sé que la mayoría hace trampas para ganar, chantas totales.
Mi día transcurrió entre la cama y el sillón, siempre acompañada de la manta eléctrica, mejores amigas por siempre. Hoy mis neutrófilos (un tipo de glóbulo blanco, el que nos interesa ahora) están demasiado bajos: 313. Así que nada de pavear o salir a tomar frío que este cuerpito no está para eso, es capo pero tampoco abusemos. Lamentablemente tuve que cancelar mi asistencia, y la de Andy, al asado en mi honor de mañana. Creo que es lo que más triste me pone de este fin de semana, la iba a ver a Cris y a mis abrojitos con los bebés más lindos, pero bueno a bancársela, habrá otras oportunidades. Creo que recién en este ciclo estoy empezando a parecerme un poco más a lo que se ve en las películas sobre las personas que tienen cáncer, estoy cansada. Por suerte no tuve fiebre, el máximo del fin de semana fue 37.4, zafamo.
Mientras la quali pasaba en la tele me quedé dormidísima, Andy en algún momento se fue al escritorio, creo que a trabajar. A la hora me desperté y me preguntó qué tal fue, obvio que no tenía nada para decirle.
Andy cocinó sopa de zapallo con croutones deliciosos. Estaba muy rica, y de postre la riquísima torta mousse de Violeta que tengo en el freezer para estos momentos. Hoy no sabíamos qué mirar en la tele y me acordé que Clari me dijo que empezó a ver “Survivor” y además ya estaba la tercera temporada de “The Bear”. Decidimos empezar por la primera, parece cien veces más pava y es para pasar el rato. Terminó quedando a lo largo del día de acompañante mientras Andy dormía la siesta en el sillón y yo seguía con mi jueguito, sí, es adictivo. Supongo que comí algo de té no recuerdo qué, creo que budín de limón, casi seguro.
El resto de la tarde transcurrió muy tranquilamente, sin muchas novedades, muy cansada y con dolor de espalda. En un momento lo invité a jugar a las cartas, post filgrastim. Lo maté, jugué muy bien, manos cortas y al pie, mientras él se llenaba de cartas. Creo que fueron cinco manos y levantó el maceto una sola vez, otra lo levantó pero no llegó a jugarlo porque tuve tanta suerte que le corté en el momento. Terminamos con una diferencia de puntos abismal, no lo quiero humillar, dejemos acá.
Llegada la noche Andy cocinó lomo al horno sobre colchón de verduras acompañado de papas españolas perfectamente doradas. Él sigue fanático del brócoli, entrada necesaria para comer carbohidratos después, según él. Está casi para traerse un camión de San Juan, busquen el brócoli en los supermercados, “La niña bonita” está a full y Andy usa y recomienda.
Para la noche decidimos acompañar la cena con “The Bear”, el primer capítulo es bastante extraño y exigió de mi atención, vimos el segundo que empezó a tener más sentido y nos íbamos acordando un poco más de lo que venía pasando y de la trama. Finalmente decidimos que era hora de ir a dormir, rezamos juntos y hasta mañana.
Como todo proceso, a veces tiene sus días difíciles y hay que saber transitarlos. Te felicito por escucharte y descansar cuando lo necesitas. Te mando mucho amor y energías, vamos para adelante! 💕
muy sabia, cuidando ese cuerpitooooooo👏💪
Todo a su tiempo, genia negrita!!!
❤️
Te mereces todas las "malcrianzas del mundo" XXXXXXXXXXXXXXXXXXX
Cómo se llaman los juegos?? Necesito bajarme uno para las noches de desvelo…
Que pasen pronto los dolores 💪🏼💪🏼💪🏼