84. A SEGUIR FESTEJANDO

Viernes 19 de julio

Dormí mal, me desperté a cada rato, giré sin parar en la cama pero algo descansé. Hoy vino Andy a despertarme, cumplimos 14 años de novios y hoy programamos la llegada de un desayuno de festejo. Llegó a las 10 hs super puntual, hay de todo un poco, ¡muy tentador! Nos sentamos a desayunar juntos y probar un poco de todo, el pan parece que es riquísimo, el scon de queso una locura divina, obvio que no llegamos a probar todo porque era un montón, los alfajorcitos tienen mucha pinta.

Necesitaba aspirar el living-comedor con urgencia, así que busco la aspiradora, le agrego la extensión y empiezo a aspirar. No fue mucho la verdad, pero terminé agotada. Me tiré en el sillón a descansar hasta que llegó papá. Andy se fue a trabajar. Papá se puso a cocinar y malcriarme, me trajo la bolsa de agua caliente, me puso la mantita y además tenía la manta eléctrica. No me sentía bien, me terminé quedando dormida en el sillón. A la hora me desperté y ya estaba el almuerzo listo.

Hoy papá preparó pollo especiado junto con verduras variadas horneadas dentro de las famosas bolsas de horno. Me venía hablando de esta comida desde que todo empezó así que habíamos organizado que hoy fuera el día de probarlo. ¡Le quedó riquísimo! De postre probamos el budín de limón de la panadería que tiene los pancitos del cielo, se lo recomendó otra compradora que se llevó tres budines diciendo que eran los más ricos. La vara estaba alta pero la verdad que cumplió y con creces. El budín es liviano y además está bañado en un glaciado maravilloso.

Se imaginarán que después del almuerzo fui directo a la cama. En principio creí que no me iba a dormir, siendo que ya dormí una siesta el día de hoy. Pero finalmente el sueño ganó y me dormí casi una hora. Nos despertamos con papá a la misma vez, yo ordené un poco el living y él se ocupó de la cocina, que la dejó impecable, capo total. Preparamos la mesa para el té, hoy vienen Beba y mamá de visita. Nos sentamos y llegan las dos. La Nonet venía con regalitos, un libro muy lindo sobre jardines, y varios implementos para bordado y costura, una genia total. También un cuello celeste divino, que van a ver en la última foto. Esta vez yo también tenía un regalo para ella, el famoso libro de Male con dedicatoria. Pero, como había visitado antes a los bisnietos, ya había pispeado el libro, así que no fue tan sorpresa. Igual estaba chocha de tener el suyo propio con dedicatoria. Charlamos un rato y después vino Andy para poner la inyección, hoy me dolió un poco, falta de respeto. Para el final de la visita ya estaba acostada en el sillón. Mamá mientras me cocinó la riquísima torta de Chef Patisiere “mi torta de nuez”, éxito total, la habíamos probado en un almuerzo de mamá. Me dejaron la mesa puesta porque hoy vienen las chicas a comer, unas capas totales. Quedó todo organizado y divino, nos despedimos y yo me quedé a esperarlas en el sillón.

Lo único que faltaba era crema para ponerle a la torta, les mandé al grupo para ver si alguna podía comprar y Delfi la compró. Andy justo había bajado para comprarla pero se las encontró en la puerta de casa y quedó todo resuelto. Pidieron empanadas y yo comí los famosos fideos tricolor con crema y queso, por las dudas, no vaya a ser que me caigan mal. Hoy estábamos todas, estuvo buenísimo, nos divertimos un montón. Manu me trajo una crema especial que suelen recomendaa para las cicatrices, es muy genia. De postre la famosa torta de nuez, pero sin crema, porque ahora se inventó la diferenciación entre para cocinar y para batir. Resulta que si compras la de cocinar nunca se hace crema batida, una bronca tremenda. Ni probamos hacerla porque las chicas estaban seguras que no se iba a batir, por suerte la torta es riquísima aunque le haya faltado el toque final.

Las chicas se fueron y yo me senté a escribir todos los días que había dejado abandonados en esta semana, no tenía energía para hacerlo antes. Al rato llegó Andy, que se había juntado con sus amigos, y decidimos ir a dormir, antes rezamos juntos.