83. ¿PELÍCULA ROMÁNTICA?

Jueves 18 de julio

Nos despertamos temprano, pero como suele pasarnos, terminamos saliendo tardísimo. Fuimos a la esquina a tomar un taxi, llegamos rapidísimo al Mater. Saco el turno de prioridad, bajamos las escaleras y Andy me propone que me siente y él hace el ingreso por mí. Se ve que me canso más rápido, aunque hoy me siento bien. Al ratito me llaman, charlo con la persona que me saca sangre, le cuento que estoy en tratamiento, que no uso las cintas porque me lastiman y nos despedimos. Subimos las escaleras y nos sentamos en los silloncitos de siempre, esta vez estaban desocupados.

Una vez recuperada de la subida, salimos del Mater. Hoy es un día lindo, ayer le había propuesto a Andy ir a desayunar. Fuimos a Biblos que queda ahí cerca, él se pidió huevos revueltos con panceta y yo un croissant tostado con queso. Además café y submarino respectivamente. Nos divertimos mucho, no sé de qué hablamos pero está bueno salir los dos solos cada tanto.

La vuelta a casa iba a ser caminando para aprovechar el sol. Obviamente que si estamos en la zona de los supermercados donde Andy entrega mercadería tenemos que pasar a verla, no solo calidad sino también precios. Empezamos por el Disco, lo frío que está, con esa temperatura no van a vender nada, lo único que queríamos hacer era salir rápidamente de ahí. Después fuimos hacia el Carrefour pero esta vez yo me quede sentada al sol y él fue a verlo. Quisimos cruzar por adentro del Ecoparque hasta Santa Fe y saludar a Porota y Guille pero es impresionante la cantidad de gente que hay, ¡una locura! Así como entramos salimos velozmente. Caminamos por Sarmiento, a medida que nos acercábamos a Santa Fe, la cantidad de personas aumentaba considerablemente. Vimos a las jirafas y cuando estábamos llegando a la altura de los hipopótamos vemos que hay unas personas paradas mirando. Obvio que yo también iba a mirar ,quizás teníamos suerte, y sí, ahí estaban los dos comiendo pasto, bien alejados de la gente que estaba adentro. Dicen que hay un cupo máximo de personas que pueden ingresar, para preservar a los animales, pero para mí ese cupo estaba re contra pasado. Al final, era mejor ir por afuera, vimos casi la misma cantidad de animales y no estábamos todos apretados entre la muchedumbre. Llegó un momento en el que ya no se podía caminar por la vereda y tuvimos que aplicar caminito por el pasto para poder llegar hasta casa. Andy se fue a la carnicería y yo subí, ya estaba un poco cansada.

Me siento a aplicar una de las ideas de Mili: poner una marca en las páginas del libro para que no puedan copiarlo, además de compartirlo en calidad baja. Igual, me sigue dando nervios mandarlo a editoriales, obvio que hay libros mejores, sin dudas, pero este es muy nuestro.  Nos copamos cada uno haciendo sus cosas, él trabajando y yo debatiendo qué hacer, ya era bastante tarde. Me levanto a cocinar y aparece Andy diciendo que prefiere cocinar él. Hoy tenemos una nueva fuente de papas aplastadas y bife a la plancha, un éxito.

Estoy muy vaga para escribir, pegada a la manta eléctrica para disminuir los dolores de la espalda. Me tiro en el sillón a ver Bridgerton y jugar en el celular, creo que no quiero pensar en nada. Después de horas de nada, me levanto a mover las piernas. Llegó el momento filgrastim, Andy se había ido a correr pero era tanta la gente que iba por Sarmiento que tuvo que cambiar de recorrido y terminó yendo al gimnasio del club. La espalda me sigue molestando, no es un dolor super intenso pero molesta. Los resultados todavía no llegaron, no sabemos cómo estarán los glóbulos pero seguramente altos. Me pongo en mi nuevo mueble a terminar de bordar lo que había dejado pre internación.

Hoy ninguno quería cocinar y además teníamos muchas sobras. Andy es el encargado, ya les dije que siempre exagera con la comida. Hoy comimos sopa de zapallo, fideos gratinados y papas aplastadas, una barbaridad.

Hace 14 años, este mismo día, salíamos de misa y nos íbamos a comer con amigos y después ver una película a lo de Sonso. Ese día Andy me preguntó si quería ser su novia, a lo que en un primer momento le dije que no, porque eran vacaciones de invierno y no nos íbamos a ver, ¿qué sentido tenía? Al final, me amenazó con que él no me iba a volver a preguntar, y si quería ser su novia después iba a tener que preguntárselo yo. Obviamente que yo no lo iba a hacer nunca, así que decidí que lo mejor era decirle que sí y listo, total yo quería seguir saliendo con él. Les cuento esto, porque Andy está modo romántico hoy y me encomendó buscar una película romántica. Busqué en IMDB pero la primera la descartamos porque era medio un drama y trataba sobre enfermedad. Como la segunda no estaba en Netflix, decidimos que lo mejor era buscar directamente en la plataforma. La película romántica preferida de Andy es “when Harry met Sally”, resumiendo, es una película feliz.

Buscando en Netflix, aparece “A walk to remember”, película que siempre me encantó, sabía que era triste pero aun así me parecía un peliculón. No le advertí a Andy que era triste porque no iba a aceptar verla y yo quería que él la viera, porque no me acordaba mucho pero sí que me había gustado. Se viene spoiler, aviso por si no la vieron. En el medio de la película ella le dice que tiene leucemia, chan, ¿era necesario elegir esta película en este momento? No paré de llorar desde ahí y Andy, si no lloró, estaba ahí nomas. Le pedí perdón mil veces, de verdad no era mi intención deprimirnos. Al final, le gustó pero hubiera preferido no verla ahora, le trajo muchos recuerdos de los primeros días. Hubo varias escenas de la película que se asimilaron bastante a diferentes situaciones nuestras. Nos quedamos charlando un buen rato, recordando esos primeros días. Ya le avisé que a mí siempre me va a gustar escuchar su versión de cómo pasó todo y de cómo lo fueron viviendo. En eso soy como los niños, me encanta escuchar lo mismo muchas veces. Yo pienso que como fue algo que me pasó a mí, todo lo viví y percibí muy diferente a ellos. Para empezar, yo estaba convencida que a los dos días me iba  a mi casa, no estaba nada preocupada por la operación, todos los indicios de cáncer de los que me hablaban se ve que los fui reprimiendo. Ellos se enteraron ese lunes que yo tenía un linfoma pero no me lo dijeron, les habían recomendado no hacerlo y que yo vaya preguntando lo que necesite. Ese día sí noté que todos estaban muy amorosos y pegados a mí pero se ve que yo estaba muy concentrada y feliz con poder respirar por mi cuenta, sin respirador. Esos días fui siguiendo todas las indicaciones de los médicos sin cuestionar, no tuve ni tiempo de procesar nada de lo que pasaba. Ellos sí, eran los que les tocaba esperar afuera del quirófano, pensando sin parar en cómo saldría todo, si yo iba a estar bien y mil cosas más. Creo que fue una semana más dura para ellos que para mí, mi cuerpo es muy capo y mi mente no tenía tiempo de procesar. Esa semana me la pasé en el quirófano, sedada o durmiendo.

Después de escuchar todo el relato de esa semana, contado por Andy, decidimos que ya es hora de irnos a dormir. Rezamos juntos y hasta mañana.