79. LAS VUELTAS DE LA VIDA

Domingo 14 de julio

¡Cómo cambia despertarse en mi cama! Dormí espectacular, me levanté tres veces pero me volví a dormir rápidamente, la nube es el mejor invento del mundo. Me quedé muy tranquila haciendo fiaca, sin interrupciones, más allá de los ronquidos de Andy. Hasta que era hora de levantarse, hoy organicé a las 11 hs y tengo que pasar por la panadería antes. Junté fuerzas, preparé el desayuno, me bañé y me re contra abrigué. Decía que hacían 7º, yo no pensaba pasar frío y menos volver al sanatorio por una gripe. Me cansé bastante en estas tres actividades, me tengo que acordar que los primeros días no funciono como solía hacerlo.

Salí a la calle, totalmente desolada la ciudad, impresionante. Estábamos todos en la panadería parece, esperé mi turno y compré un par de pancitos del cielo. Hoy nos encontramos con Cami, mi amiga de la infancia.  Felipe, su marido, hace tiempo quiere probar los pancitos del cielo. Muy capos que me siguen leyendo, cuanta presión, espero estén a la altura después de promocionarlos tanto, les tengo fe pancitos. La caminata hasta llegar fue un poco dura, me cansé, quizás me apuré sin necesidad, las chicas ya estaban allá pero un minuto más no creo que fuera a cambiar mucho.

La primera salida no podía ser a ningún otro lugar más que el Ecoparque. Nos encontramos con Cami y Joaco, su hijo, muy amoroso. No la veía desde hace demasiado tiempo, ya ni me acuerdo pero desde antes de que nazca Joaco seguro y, si no me equivoco, ya tiene cuatro años. También vinieron Clari, amiga desde tercer grado del colegio, que se casó con el hermano de Cami, las vueltas de la vida, y su hija Male. Los niños estaban fascinados con la estatua del delfín que escupe agua, no había forma de sacarlos de ahí. Yo creo que no venía a esta parte desde que abrió, ahora que hay animales de verdad esa parte del recorrido la salteo, pobre mi Male que no la llevo más, la próxima vamos. Empezamos el recorrido, esta vez por el lado de las elefantas, ¡tuvimos suerte de que estaban afuera! El día estaba increíble, al sol y, estando tan abrigada como yo, no hacía para nada 7º. Pudimos ver a todos los animales, la única desaparecida fue la puma.

Para cuando estábamos terminando el recorrido me llama mamá contándome que Flori y Fede iban a la guardia porque Mateo está con mocos y le iban a dejar a Male un ratito. Se le ocurrió que podíamos ir al Ecoparque. Le propuse encontrarnos acá pero yo no estaba para otra vuelta más, además es domingo y vacaciones de invierno, ya se estaba llenando por demás de gente. Nos encontramos a la altura de los monos, las Males se saludan. Cami me da el juego que le había encargado a su mamá: una tortuga tejida a crochet que es un memo test de colores. Yo ya lo había visto en algún lugar, se lo compartí y ¡me dijo que su mamá los hacía! Está buenísimo, les dejo foto.

Nos fuimos con mamá y Male a comprar ñoquis y almorzar a casa, hoy viene Rafi que no lo veo hace mucho. Obvio que llegamos a casa y lo primero que hizo fue buscar a “Coco, coquito, ¿dónde estás?”. Lo encontró y lo llevó al living, nos sentamos a jugar al memo test primero buscando los pares de colores. Se le ocurrió armar sándwiches con las tortuguitas y comerlos, es un personaje. Jugamos a la doctora, a ser la tele (programa donde preparo sándwiches para ir de picnic, que por alguna razón le copa), detective con Rafi, anduvieron en auto rojo, de todo un poco. Después de almorzar se fueron todos juntos hacia la plaza, Male tiene que liberar mucha energía. A la mañana en su casa ya les había hecho un show de 40 minutos donde ella era la princesa.

Yo me quedé en el sillón, bastante cansada, comiendo la riquísima marquisse de Violetta Massey. Nos dormimos una mini siesta en el sillón, hasta que decidí que las siestas hay que dormirlas bien, adentro de la nube. Dormí una de las mejores siestas de este año, me desperté justo para ver el atardecer desde mi cama. Escribí el capítulo y lo llamé a papá para corregir.

Andy ya había empezado con la comida, el partido era a las 21 hs, teníamos que ya estar sentados comiendo para esa hora. El menú de hoy son papas españolas al horno con pollo dorado y crujiente. Estaba riquísimo, pero terminamos de comer y todavía el partido no empezaba. Todo era caos en Miami y esta vez, al menos por lo que se televisaba, no era tanta culpa de los argentinos sino más bien de los colombianos y americanos, que no saben organizar una final. Empezó tardísimo al final, el primer tiempo lo vimos comiendo torta, un poco estresados por Messi. Creo que todos nos destruimos cuando tuvo que salir y lo vimos llorando. Por suerte, para el alargue, entró mi amigo Lauti y metió el gol ganador, crack total. A partir de ahí todo fue bastante tensionante, esos minutos que quedaban los sufrimos. Terminó todo tardísimo pero obvio que si ya llegaste hasta acá vas a ver los premios y los festejos de todos.

Finalmente, viendo que la familia Messi todavía no bajaba a la cancha, decidimos dar por terminado el día. Rezamos juntos y a dormir.

PD: Yo sé que quedarme un día más en el Mater no es el fin de nadie, pero qué lindo haber tenido este día extra