70. EL ILUSTRADOR OCULTO

Viernes 5 de julio

Dormí excelente, tan bien que ni siquiera escuché los ronquidos de Andy. Me desperté a las 7 pero obviamente me volví a dormir. A las 9 decidí que ya no podía dormir más, igual hice un rato de fiaca en la nube. A medida que se acerca la internación más ganas me dan de quedarme en la nube por horas y horas. Vino Andy a saludarme, como es costumbre, hasta que no viene yo no salgo.

Me preparé el desayuno, qué ricos que son los choco krispis, sigo furiosa con que acá ya no estén, es una falta de respeto. Pero bueno, gracias a Pali tengo para varias semanas. Estoy muy copada con el libro de Male, a la mañana me puse a armar stickers para agregar a esta primera tanda de libros, que es más que nada para la familia. Esta nueva tanda de stickers va a estar recién la semana que viene, pero no se preocupen, que ya tengo varios acá para dar en la entrega oficial el sábado. Terminé de armar el block anillado, donde están todos los dibujos en blanco y negro para colorear, que además viene con stickers y hojas en blanco para dibujar.

Finalmente llegó el día, veníamos haciendo todo en secreto para que sea sorpresa para mi familia. El libro lo escribí yo pero los dibujos lindísimos son de mi gran amiga Lu, la que ya les nombré de @byluchidotras, es una capa total. La mantuve en las penumbras todos estos días, muriéndome de ganas de contarles y mostrarles todos los dibujos hermosos que hizo. No solo son divinos, sino que además son re Male: tienen su ropa, su carita amorosa, ¡hasta la casa de la playa es la misma! El libro quedó tan increíble gracias a sus tremendas habilidades e imaginación. La volví totalmente loca, la hice trabajar sin parar para tenerlo cuanto antes. En el medio se mudó a USA, hizo la adaptación de Jachu al jardín, les organiza programas a los chicos todos los días, acompañan a Esteban en los torneos de polo, cocina, limpia, ordena, inventa juegos para los chicos, entre mil cosas más, me canso solo de pensarlo. En el medio de todo ese caos divino, aparezco yo para pedirle dos mil dibujos para antes de ayer. Y ella siempre tan amorosa se suma, ¡tanto que termina estando ella más ansiosa que yo! Se ve que la ansiedad es contagiosa. Para el final del libro terminamos cebándonos las dos con ideas sin parar. Ella fue la que me dijo que tenía que preparar algo para la entrega oficial, no sé si se me hubiera ocurrido si no. Esa misma madrugada, en un desvelo, ya estaba todo planificado. También la que me dijo que pidiera una muestra a la imprenta, totalmente clave para que salga el libro hermoso que tenemos ahora. La que en el medio de su día caótico agregó un tejo a mi dibujo del auto (solamente porque yo estaba celosa que el mío no tenía tanto color como los otros dibujos) y arregló mi error de impresión. La que después de dormir a los chicos, me ayudó a corregir la redacción y revisar que esté 100% completo y listo. La que te hace creer que podés hacer todo lo que te propongas, y te ayuda si hace falta. Esa amiga que está hace millones de años, que aunque esté lejos siempre está. Esa es la Lucy.

Para el mediodía decidí que era hora de relajarme, demasiadas emociones para una mañana. El plan era llevar el block para colorear a la librería pero yo seguía en pijama y con ninguna intención de vestirme, será mañana. Me fui al sillón a seguir viendo la primer temporada de Bridgerton. Andy me dice que baja porque traían algo, supuse que era algo que había pedido para el trabajo, como suele pasar. Pero vuelve todo contento con una caja y un: “¡Charán!”. Mi amiga Jorgito (Dolo en verdad, nos decimos Jor porque hubo un año, que en los recreos del colegio comíamos siempre un alfajor Jorgito y quedó el sobrenombre). En estos momentos está viviendo en Australia, su mamá se ocupó de la gestión para que llegara, ¡las dos unas amorosas totales! El desayuno es tremendo, hay de todo: una torta personalizada, de las que siempre se ven en redes sociales, y yo nunca jamás iba a tener, medialunas de jamón y queso, chipás, alfajores de maicena y jugo de naranja. Ya vamos a ir probando todo a lo largo de los días.

Para el almuerzo cocinamos con Andy milanesas de pollo con puré de papa, y de entrada una milanesas de berenjena (que nos había dejado Rosita en el freezer). Después volví a mi sector del sillón a seguir mirando la serie y pavear con el celular. Hasta que vino mamá a visitarme y traerme algunas cositas para bordar, voy a probar algo nuevo. De té probé la torta, le tenía ganas desde el almuerzo pero habíamos comido mucho. Está increíble, es de vainilla con un capa muy generosa de dulce de leche en el medio y por fuera ese frosting que no sé qué es pero está muy bien. Cuando se fue mamá continué con mi día de fiaca y pijama en el sillón. Después hablé con Male por videollamada, se estaban yendo a ver a sus primos, no puede ser más amorosa, ahora está a full con que es “basman” (batman). Entonces se pone su disfraz de vaquita de San Antonio y pide que la llamen basman.

Siendo ya de noche y casi la hora de comer, decidí que me iba a levantar a escribir el capítulo. Comimos con Andy mirando la tele, él comió las milanesas con puré que sobraron y yo comí las tartitas que habían quedado a medio cocinar de ayer, de puerro, champiñones, pollo y queso. Como ya me estaba doliendo la espalda decido ir a darme un buen baño de agua caliente.

Hoy salió la película “Goyo”, en la cual actúan jóvenes con discapacidad que asisten a la Fundación Discar, me dio mucha felicidad verlos en la pantalla. Además la fundación fue una de las asociaciones consultadas para brindar asesoramiento sobre la temática. Hoy la empezamos a ver pero tuvimos que frenarla casi a la mitad porque yo ya estaba agotada y eran casi la 1 de la mañana.

Rezamos juntos y nos fuimos a dormir, aprovechando las noches que nos quedan pre internación.