68. LAS ATENCIONES DE NONET

 Miércoles 3 de julio

Me levanté a las 9, me di un baño rápido y preparamos con papá el picnic para llevar a Plaza Alemania post sacada de sangre. Nos tomamos un taxi en la esquina de casa y caminamos desde Libertador  hasta el Mater, hoy había un viento helado. Saqué turno de prioridad, bajamos el subsuelo y por suerte había muy pocas personas y me llamaron rapidísimo. Tengo mucha fe que hoy hayan subido los glóbulos blancos, tendremos que esperar para saberlo. Subimos las escaleras y me senté unos minutos en el que ya considero que es mi sillón post laboratorio.

Fuimos hasta Plaza Alemania y buscamos un banco que estuviera al sol y además esté protegido del viento. Papá tuvo la brillante idea de poner la mochila para sentarme así no me sentaba sobre el cemento helado del banco, lamentablemente no teníamos otra mochila para él. Desayunamos pasta frola, pero cuando agarré la bolsa de pan me equivoqué y traje los pancitos del cielo del día anterior, no estaban tan increíbles.

Caminamos por Libertador, creí que el Ecoparque estaría cerrado pero por suerte no. Aprovechamos y entramos, vimos las jirafas, visitamos a mis amigos que estaban adentro del agua y pudimos ver como uno de ellos abría la boca gigante, tengo video. La primera vez fue más impresionante porque nos estaba mirando pero no llegué a grabarlo. Seguimos caminando con la esperanza de cruzarnos con alguien que nos diera información, la primer persona que nos cruzamos no sabía mucho. Seguimos el recorrido, hoy Puky y Kuky estaban afuera, papá las pudo ver, creo que por primera o segunda vez. Cuando estábamos terminando el recorrido nos acercamos a las personas que están a cargo de los cóndores y les hicimos algunas consultas que teníamos.

Tuvimos la suerte de hablar con Gigi, educadora ambiental que trabaja en el Ecoparque desde sus inicios, pero también trabajó en el Zoo cuando era de gestión privada, siguió trabajando durante el cambio de gestión. Nos contó que esa gestión se declaró en banca rota y por eso volvió a estar bajo gestión de la ciudad (el predio siempre fue de la ciudad). Nos habló un poco de los cambios, más que nada de paradigma, que implicaron tanto para los animales como para ellos como cuidadores. Obvio que mi primer pregunta fue sobre los hipopótamos, nos contó que los dos que hay ahora se llaman Porota y Guille. Porota es hembra, más grande en edad pero es la más chiquita, ella es adulta pero no pueden determinar con certeza su edad. Guille es un macho pasando de la juventud a la adultez, y es el más grande en tamaño. Por el momento no hay planes de traslado, entendí que por su tamaño y lo que dice el cartel es que crecieron en cautiverio y no podrían ser liberados. Gigi nos explicó que  los traslados son a santuarios, reservas o zoo. Además nos contó la historia de Lola Limón, la puma que se ve pocas veces. Lola vivía en una  casa en Mataderos, dormía en una cama cucheta, hasta que los vecinos los denunciaron y terminó, mejor cuidada, en el Ecoparque*. Nos contó de Pehuel, el cóndor más viejo del Ecoparque, tiene un promedio de 80 años, superó el de su especie. Llegó al zoo en el año 1968, fue pareja reproductiva de otros cóndores y con quien se inició el programa de conservación hace 30 años. Hoy en día tiene cataratas en los ojos que no le permiten ver casi nada, oye muy bien pero tiene una pata mal, por eso camina como si estuviera borracho, pobre. Su plumaje no brilla tanto porque ya no se baña tan seguido como antes pero lo tiene completo. Me dio su teléfono para que le escriba cualquier otra duda, muy amorosa, así que si alguien quiere que le pregunte algo ¡me dicen!

Pasamos por la carnicería, la verdulería y volvimos a casa. Papá se puso a pelar y cortar las batatas. Llegó mamá, se puso a descolgar la ropa del tender y hacer mi cama. ¿Malcriada quién? Yo mientras escribía el capítulo a toda velocidad para que papá lo leyera antes de irse. Finalmente, después de dos días de convivencia, fue liberado para descansar. Preparé las batatas al horno con manteca y azúcar e hice los bifes a la plancha, un almuerzo más que digno. Almorzamos con mamá y de postre comimos el delicioso arroz con leche. Me dormí una tremenda siesta, mamá me dejó todo acomodado para cuando llegara María.

Llegó María, mi profesora de yoga recomendada por Nonet. Me trajo de regalo uno de los libros escritos por ella, de poesía, muy divina. La clase de hoy fue un poco más power, vamos aumentando la intensidad. Me gustó mucho, no tuvimos casi descanso y cuando llegó la meditación final fue un placer. Hubo una sola de las poses que no pude hacer porque me dio impresión el catéter y no quería forzarlo. Antes de la clase, ya estaba el estudio visible en la página del Mater pero no me permitía abrirlo, una ansiedad terrible. Lo primero que hice post clase fue revisarlo, hoy los glóbulos subieron, con muchas ganas subieron, tengo 35.160, tremendo. Por supuesto filgrastim suspendido y la veo mañana a Laura para revisión pre internación.

Volvió Andy por unas horas, a trabajar al escritorio. Qué lindo volver a verlo, no sé si les pasará a ustedes, pero en general yo no extraño mucho, o no me doy cuenta, hasta que vuelvo a verlos en persona. Charlamos un rato a la distancia, le mostré en vivo el libro impreso, le gustó tanto como a mí. Vino la Nonet a tomar el té, y como siempre con mil cosas. Hoy trajo alfajorcitos de maicena, palmeritas y fideos celíacos y no celíacos, ambos italianos. Además un hilo de seda para bordar, una gorra para poner debajo de la peluca y que no me pinche, una lana para mamá y una bolsa de metros de velcro hecho un bollo. Quería que mamá se lo lleve a su modista para que los cosa en unas cortinas. Nos sentamos a charlar, tomar el té y desenredar la maraña de velcro.

Llegó mamá, ya lista para quedarse a dormir en casa. Iba a traer una tarta pero se la olvidó. Por suerte la Nonet había traído fideos tirabuzón celíacos, bajó a comprar champis y crema. Cuando volvió se puso a cocinar una deliciosa salsa cremosa de champiñones con cebolla picada, una vez los fideos estuvieron cocidos los salteó en su salsa y los coronó con un riquísimo queso rallado por encima. Hubo un pequeño inconveniente, estaban un poco demasiado al dente y tuvimos que darles una última cocción en el microondas, nada de gravedad. De postre probó la compota de peras y yo el arroz con leche. Después vimos el último capítulo de Bridgerton mientras ella terminaba el vestido que le hizo a Male, que le quedó divino y lo hizo a toda velocidad.

Después me bañé, recé en mi cama (mamá se ofreció a rezar juntas pero yo quería meterme ya mismo en mi cama y ella ya estaba en la suya, se animó a dormir en el cuarto de los murciélagos, tremendo) y nos fuimos a dormir.

*https://www.clarin.com/ciudades/lola-limon-puma-rescatada-casa-mataderos-declarada-sujeto-derechos-humano-_0_o8st91FQ0H.html