65. DOMINGO FAMILIAR

Domingo 30 de junio

Hoy me inspiraron a terminar el libro de Male, con la app de Pages pude armarlo en hoja A3 y ubicar bien todas las hojas para mandar a imprimir (la tarea que le habíamos pedido al equipo de Cande). Creo que a esta altura sabemos que soy muy ansiosa, lo que había hecho ayer no era para imprenta pero el de hoy estaría bien.

Salimos con Andy rápidamente para encontrarnos con Cande y Santi en el ecoparque, nos van a acompañar a lo de mamá que tenemos almuerzo ahí. Hoy que vamos sin cochecito aprovechamos a ir por el sendero del medio que es por lejos el más lindo de todos, pero tiene un puente con escaleras. Visitamos a mis amigos los hipopótamos, hoy estaban de vuelta afuera del agua, saludamos a las jirafas y salimos a Libertador. Un encuentro cortito pero cumplidor, por lo menos pudimos despedirnos. Ayer habían tenido un casamiento y se trajeron dos patitos deTelgopor, de los que se usan ahora en la cabeza, para Male, amorosos.

Llegué a lo de mamá con el patito en la cabeza y Male no entendía nada, después se puso a jugar. Nos dio el abrazo más lindo, nos extrañábamos, y hablo en plural porque no se despegó de su tía Lulo ni un por un minuto. Ni al baño me dejaba ir,  la escuchaba siguiéndome y gritando: “Luuuuuloooo”. Hoy cocinó Fede un riquísimo guiso de lentejas, ¡estaba tremendo! De postre dos tortas a falta de una, Flori hizo una havanet muy rica y mamá una torta de nuez para celíacos que se vende en cajita, solo le agregas agua. Esta última es un increíble hallazgo, muy fácil de hacer y exquisita, la marca es Chef Patissiere. Mamá además le agregó dulce de leche y crema, una bomba deliciosa. Male metía su tenedor en la crema y se lo iba comiendo muy tranquilamente.Previamente durante la comida ya cantaba “torta, torta”, claramente es de la familia. Me dolía la espalda así que me fui a acostar a la cama de mamá, no tardaron en llegar las demás. Male subía y bajaba sin parar de mi lado de la cama, pasaba por arriba, se me acostaba encima, una amorosa total. Jugamos a un nuevo juego imaginario: “vos sos la tele”. En el programa de Lulo la persona se despierta y prepara sándwiches para ir de picnic, estaba copada, cuando le tocaba a ella también los preparaba y salía con su mochila.  Logré dormir un ratito que se fue a jugar con mamá.

Cuando me desperté, apenas escucharon un ruido, se apersonó Male en el cuarto lista para seguir jugando. Fuimos al living  donde antes habíamos estado armando casitas con unas cajas y armar el corral del puma. A ella le encanta mandar a todos, en un momento mamá era el puma y cuando quiso salir le gritó: “¡no podés salir de ahiii!”, controla todo esta chica. A la vuelta me trajeron Flori, Fede y Male en la “mega neta”, hicieron un muy buen upgrade, mucho más cómoda que la anterior. Fuimos cantando canciones todo el camino, cuando me bajo dice: “yo quiero ir con Lulo”, corazón partido ya. Esta semana es la entrega del libro en casa así que ya tenemos un plan.

Llegué a casa con tupper de torta y de guiso, gran día familiar y además con comida. Me senté a escribir y en el medio de la escritura cuando estaba contando que Manu me puso la inyección, me di cuenta que en el día de hoy ¡lo había olvidado por completo! Lo busqué a Andy pero esta vez fui yo la que puso el líquido en la jeringa y dejé todo listo para que él se ocupara del pinchazo. Aplicamos la técnica de poner más rápido de Manu y todo excelente.

Andy estaba con dolor de garganta, lo reté por no tener puesto un pañuelo de seda, andaba con el cuello al aire el tipo. Después se fue a comer con amigos, esta vez con pañuelo. Yo me preparé unos riquísimo huevos revueltos de queso y arvejas sobre una fajita tostada (no quería comer el guiso sin Andy y puedo esperar a mañana para comerlo. De postre un mix de tortas, qué ricas que están, no me las comí todas porque era mucho, pero las hubiera comido feliz. Además me acordé que tenía análisis de sangre y si quiero que el colesterol baje tengo que comer más tranqui a la noche.

Andy volvió diciendo que se sentía mal, me pareció que lo mejor era no dormir en el mismo cuarto. Obviamente no quiso dormir en el cuarto de los murciélagos, así que le armé la cama en el living. Le dejé la bolsa de agua caliente que todavía estaba caliente y le puse dos frazadas. Rezamos juntos pero él ya no daba más, yo me fui al cuarto. Hoy seguí con la última temporada de Bridgerton, ahora que me voy acordando quién es cada personaje es un poco más entretenido. Una pena que las temporadas se hagan con tanta diferencia de tiempo porque uno ya se olvida de lo que pasó en la anterior. Hoy me costó un poco más dormirme pero después de varias vueltas lo logré.