48. MUCHAS REVELACIONES

Jueves 13 de junio

Dormí muy bien, me desperté a las 8 con molestia de espalda pero nada grave. Vino Andy al cuarto a saludarme y despedirse hoy tenía un reunión importante. Decido levantarme, si te duele la espalda, seguir en la cama no es una buena opción. Hago un poco de orden de la cocina y el living y me preparo el desayuno. Después llega Judith, venía con una bolsita. Me traía una cajita compartimentada, pintada por ella, para que yo pueda guardar mis hilos de bordado, ¡es una divina! Al toque empecé a buscar un cartón para poder guardarlos todos, hice el dibujo y corte miles de miles de cartoncitos, después me puse a enrollarlos. Quedó espectacular, super cómodo para ver todos los colores y tener todo bien guardado. ¡Gracias Judith!

Llega Sonso a casa, me pasó a buscar así vamos caminando juntas al eco parque. Obvio que venía con Sonsolitas, la beba más linda y divina. Era la primera visita de Sonsolitas al eco parque, su mamá había ido pero hace mucho. Así que yo, ya experta, fui la guía del recorrido. Los hipopótamos hoy no estaban, habían vaciado el estanque para limpiarlo. Nos dimos cuenta que los jueves son días de limpieza, porque pasó en otros corrales también. Después seguimos por las jirafas ¡que estaban re cerca! El camello, los flamencos, el guanaco, los bisontes, los lobos marinos y… ¡hoy estaba Kuky la elefanta! Nos hizo todo un show, qué bueno verla antes del traslado. Terminamos de dar la vuelta y nos vamos a casa. Yo busqué algunos juguetes que tenía porque su mamá se había olvidado de traerle, cabeza de madre, una mochila enorme y cero juguetes. Nos divertimos mucho, charlamos de todo un poco, ¡gran visita!

Judith me había preparado pollo con papas, muy rico, llega Rosita a hacer el relevo de custodia. Tenía una reunión así que se fue al escritorio a tomarla. Yo aproveché para comer mi porción de rogel con mi nueva mesa movible, regalo de Cris, en mi cuarto. Y seguir con los hilos, me quedaban varios todavía por enrollar. Viene Rosita para ver si podíamos volver a coser la parte de abajo de la cortina, que la había sacado para lavarla, pero se aparece Andy. Tanto lío de coordinación y al final volvió re temprano. Lo primero que hizo fue servirse rogel y después venir a saludar. La idea de congelarlo es muy buena pero a este ritmo me parece que no llega al domingo… Tendremos que comprar otro para cuando venga Jo, ella dice que es lo único que no consigue en Valencia.

Nos dormimos una siesta, supuestamente cortita, pero al final fue de una hora y un poquito más. Me levanto y la llamo a Lu, que me había llamado más temprano.

Estaba en gymnastics de Jachu, habían terminado y estaban los dos jugando un rato. Pipe estaba super charleta, claramente no quería que su mamá se distraiga hablando. Mientras me puse a crear un “alfiletero” según papá. Básicamente relleno de almohadón recubierto por una tela y cosido. Lucía estaba empecinada en que le ponga una gomita y nada más, yo lo quería hacer bien, corté un círculo de cartón, puse el relleno y lo recubrí con la tela, quedó espectacular.

Aparece papá y aprovecho a llamarlo para hacer la corrección del capítulo por teléfono. A él le encanta irse por las ramas, a mí me desespera un poco y se enoja, pero creo que igual los dos disfrutamos de la tarea. Agrego las fotos y lo publico, hoy un poco más temprano que ayer, mil disculpas. En mi defensa, mi editora de fotos no me las pasaba, tuve que mandarle un sticker de “esperando” y ahí me las mandó, capa Candela.

Mañana es el cumple de Clari M, así que decidimos que mejor la veía pre cumplañito, por las dudas que después tome frío y se enferme de tanta fiesta. Preparé la mesa, puse el banderín de cumpleaños pero no llegué a cocinar. Llega Clari y le comento que no llegué a hacer las empanadas y me confiesa que… no tiene ni idea de cómo se hacen, ¡¡en sus casi 31 años nunca jamás hizo una empanada!! Me quedé azorada, los astros se alinearon para que hoy le enseñe a hacer empanadas. Hoy fue nivel uno, le enseñé a hacer canastitas, para el repulgue necesitamos más tiempo. Clari entendió lo que quiso y las hacía de otra manera pero tengo que admitir que su manera estaba buena, entre las dos nos potenciamos y aprendimos LA técnica de las canastitas, quedaron tremendas, hicimos de queso solo, queso - cebolla caramelizada y queso – tomate. Cuando las terminamos descubrimos que había quedado una tapa sola y no había más queso, a Clari se le ocurrió hacer de dulce de membrillo, teníamos de batata, así que hicimos una. Quisimos que Andy la probara sin saber pero nos descubrió antes, la terminó comiendo de postre y la aprobó, solo que un poco-demasiado dulce.

De postre teníamos el mega rogel, le sumamos las velitas y cantamos el feliz cumple (eran las 10 de la noche, todavía no era su cumple pero a las 12 no llegábamos…). Para no extenderme tanto acá, en la “Pd 2” les dejo una anécdota escrita por Clari que explica un poco mejor lo que pasó hace varios años. Pero hoy, como no era su cumple y soy re buena amiga, le soplé las velitas a modo venganza pero buena porque sino era mala suerte para ella. Comimos todos rogel, estaba más rico aún que ayer y después Clari se fue.

Yo me fui a bañar y Andy ordenó la cocina, que igual ya estaba muy bien, Clari había lavado todo lo utilizado mientras cocinamos y quedaban solo los platos. De ahí directo a la cama, Andy estaba agotado, rezamos juntos, él se durmió y yo me quedé leyendo un poco de la novela.

 Pd 1: Hoy mamá le llevó el regalo que le hice a Fausto, hijo de Clari V, así que aprovecho a mostrarles lo lindísimo que quedó. Ella fue mi profesora y quería que viera en persona todos mis avances y de paso les quede de recuerdo. Además, adentro iban regalitos.

Pd 2: “Era diciembre, yo creo que posiblemente, ya estuviéramos de vacaciones. Ese año habíamos terminado 7° grado, la primaria y yo también, mi primer año de vuelta en el SMT. Ah sí, porque yo fui y volví. Hice hasta sala de 5 en el SMT y después volví para terminar mi escolaridad. A Mery no la conocí hasta ese año, 2006 en el que nos hicimos muy amigas. Hasta compartimos vagón en el campamento al Palmar, el primero ya que después en 3° año repetimos destino. 

Llega diciembre, y como muchos saben también llega el cumpleaños de Mery el 12. No me acuerdo cómo fue la invitación ni la organización, sólo me acuerdo que un día nos subimos varias a la camioneta de Rafa (padre) y nos llevó a lo de Cris en Newman. Yo estaba feliz de haber sido invitada y ser parte de ese grupo de no más de 12 que íbamos a disfrutar un día de sol, pileta y rica comida. 

Al momento de la torta, todos entonamos con nuestra mejor predisposición las barras que componen el feliz cumpleaños y hacia el final, Mery grita ¡¿Quién me sopló las velitas?! La cara de todos fue de sorpresa, ¿quién pudo haber sido? 

No la voy a hacer larga y jugar al misterio, había sido yo. ¿Cómo nos dimos cuenta? bueno, alguien estaba sacando fotos (con una cámara digital a la vieja usanza) y ahí aparecía yo, muy evidente en una foto soplando las velitas de Mery! Yo me quería morir de la culpa, claramente había sido sin querer, automática mi reacción de soplar la torta junto a la cumpleañera pero se ve que me adelanté por ansiosa y no le di ni tiempo a Mery ni de los deseos ni de mucho más. 

El enojo de Mery fue mayor y mi vergüenza también, a partir de ahí todos los cumpleaños me mandan perimetral a la hora de las velitas. 

Adjunto pruebas de otro cumpleaños donde Mery está protegiendo su torta de mi amenaza como puede. Cumpleaños de veintipico donde recuerdo decir (frente a Jose de creo 26) que a los 26 había que tener la vida resuelta y me acuerdo porque la cara que puso Jose fue mortal. De haber sabido yo que a los 30 sigo sin tener nada muy resuelto jaja (perdón Jose)”