37. DOMINGO MUY FELIZ
- Mery Torello
- 3 jun 2024
- 6 Min. de lectura
Domingo 2 de junio
Yo estaba en mi quinto sueño y Andy se despertaba a apagar los robots, capo total. Ya para las 4 fui despertándome, apagándolos yo y llamando a Lean. Que venía, revisaba la bolsa, chequeaba si le seguía quedando y ajustando el tiempo/ml de lo que quedaba. En algún momento cambiamos a la bolsa chiquita, la última, la que dura una hora. Finalmente, a las 7 viene Cristina, terminamos con las bolsas, ¡qué felicidad! Aprovecha para hacerme los controles, todo perfecto.
Me quedo dormitando, el día lo ameritaba y no había mucho apuro aún. Haber terminado tan temprano significaba casi con total seguridad que hoy nos volvemos a casa. Me levanto a desayunar, porque por más que las bolsas no están, las pastillas esperan a ser tomadas. En la bandeja del desayuno había algo nuevo, ¿será que me mandaron un jugo de naranja exprimido? Pues no, era un engaño, era la maldita proteína metida en un batido con bastante poca gracia pero que igual tomé.
Me llamó Lu por videollamada, que ya estaban instalados en su nueva casa, viven arriba de un establo, personajes, pero la casa está buenísima. Charlamos de todo un poco, hicimos pavadas con los chicos y quedamos en seguir practicando algunos trucos para la próxima llamada.
En medio del desayuno me ilumino y le escribo a Belu, peluquera oficial de Andy y de muchos más. Por suerte estaban en capital, vive muy cerca y es lo más. Me dijo que podía y que a las 11 venía, ¡abajo de la lluvia y todo! Mientras, pasó Sabrina, clínica del domingo, a verme y ¡contarme que me voy a casa! Después pasó Romi, hablamos de los controles de la semana, lo va a chequear con Laura, revisamos tener todas las medicaciones necesarias para casa, recordarme que mañana empiezo con filgrastim por la tarde y que chequeemos tener suficiente y sino ir tramitándolo. Me dieron todas las recetas necesarias, repasamos portarme bien, pero prometo que aprendí mucho de la última vez, está vez me quedo los 15 días en casa, con o sin murciélagos.
Entra Cristina a desconectarme del robot y sacarme el tegaderm bendito con la aguja del portacath. Cómo odio los tegaderm pero me lo sacó como una genia, Andy mientras me daba la mano y trataba de distraerme con pavadas, capo. En un ratito me había sacado todo, casi no dolió y yo era libre. Después de estar conectada 5 días a una torre, por mas decorada que esté, es una gran felicidad.

Llega Belu, mi peluquera de lujo, no sabía muy bien su tarea. Creo que con Andy la teníamos clarísima, era la peluquera oficial y Andy el fotógrafo y observador. Ya había anticipado y pedido una bata para no llenarme de pelos, igual dejamos todo bastante ordenando. Tengamos en cuenta que ya mucho pelo no quedaba, el peluquín ya no daba para más, no había forma de disimularlo. Nos preparamos frente al espejo, Belu nerviosa pero confiada, yo muy tranquila, ya lo tenía asumido y Andy… convencido que me iba a quedar bien. Empezamos por atrás, está quedando bastante extraño pero bueno, es donde menos se me cayó el pelo y solo podemos cortar con maquinita, la gillette está prohibida porque no puedo lastimarme. Decidimos probar el corte futbolista, no quedaba tan mal si hubiera tenido más pelo arriba.

Finalmente, llegó el momento del peluquín, chau “flequillo” que durante tantos días les hizo creer que tenía pelo. Lo logramos, yo tenía miedo de no saber hasta dónde iba a tener que limpiarme la cara con mi agua micelar pero se ve que algo de color tengo, por ahora, hay una diferencia. Genia total Belu que vino a último minuto, porque yo soy así, muy previsora con muchas cosas, menos con mi pelo, siempre lo fui. ¡La mandamos con chocolates y fotos para los chicos que estaban felices! Las pegaron en su cuarto.
Me bañé con la esperanza de que los pelos que quedaban se cayeran pero no hubo éxito. ¡Hoy toca ponerse ropa porque salimos a la calle! Almorzamos con Andy, él había estado toda la mañana juntando las mil millones de cosas que llevamos siempre y ordenando sin parar. Nos traen el papel amarillo del alta, avisamos a mamá. Baja Andy con la primer tanda y después bajamos juntos, nos despedimos de las enfermeras y prometemos cuidarme mucho, ¡nos volvemos a ver para internación el 18 de junio!

Mamá nos esperaba abajo, me lleva por Figueroa Alcorta para disfrutar del día, ver un poco de verde y llegamos a casa. Andy aprovecha para ir a comprar todo lo que hace falta de farmacia, mamá ordena todo el caos que trajimos y yo muy obediente me voy a mi cama a leer y portarme bien. Mientras buscaba por internet una mesa para tener de apoyo para escribir o lo que fuera en estos días que bajan las defensas. Le pedía a mamá el metro para saber la altura necesaria pero se hacía la que no lo encontraba… Cuando vuelve Andy ¡se aparecen con la mesa que yo estaba viendo! Me la había mandado Cris, una genia, es una mesa negra divina y perfecta para después decorar nuestra lindísima casa. ¡GRACIAS!
Mamá se despide, Andy se va a hacer sus cosas y yo me quedo en la cama, escribiendo, leyendo, preparando el regalito para Male y juntando muchas energías para verla hoy. Antes de que lleguen hablo con Jo, la tenía un poquito abandonada según ella, ¿cómo no la había videollamado o avisado de que me iba a pelar? A esta altura ya deberían de saber que soy así. Charlamos un rato y obvio cuando llegó Male no quería cortar, así que quedó un buen rato en videollamada mientras jugábamos.
Male llegó con sus anteojos mega fashion, la sonrisa más linda y el abrazo más esperado de la semana. Le había escondido el regalo abajo de uno de los almohadones y estaba como loca buscándolo. Rochi y Diego encontraron un día un libro en Uruguay que se llama “¿Dónde está Lulo?” Obvio que apenas me mandaron de su existencia les pedí que me lo compraran, acá no estaba… Y tan capos como son, a pesar de que decía estar agotado lo consiguieron, ¡son lo más! Nos sentamos a leerlo juntas y después estaba todo el rato con: ¿dónde está lulo?, y se los mostraba a todos. Jugamos con los muffins de colores y la pinza que ya la maneja súper bien, comimos medialunas, churros y pain au chocolat y nos divertimos mucho. No faltó la música, el baile y las risas, fue una tarde de película, esas que ves y decis, ¿quién vive así? ¿quién hace esas cosas? Pues nosotros, porque por esta princesa nos vamos hasta la luna. Llegó Rosita salvadora con milanesas y verduras para la noche, genia total y se pusieron a jugar con Male. Jugaron a la casita abajo de una cortina un buen rato…
Mientras Andy cocinaba, se fueron todos, no sin antes dejarnos la mesa puesta y todo ordenado. Comimos milanesas con puré de batata riquísimo. En el medio de la comida, Andy con mucha calma, me dice “no te des vuelta, está todo bien, pero creo que puede ser que haya un murciélago en la cortina”. Sí claro, me quedo acá sentadita muy tranquila con un murciélago en mi espalda.
Andy no se quería acercar mucho, finalmente me acerqué, y sí, hola murciélago. Judith tenía razón, había otro más pero el turro era bastante chico como para verlo. Rápidamente llevamos toda la comida a la cocina, yo saco mis cosas más preciadas por si al tipo se le ocurría volar por todos lados y terminamos de comer parados en la cocina, espiando que no se mueva. Obvio que comimos antes de mandarlo a Andy a cazarlo, ¿post cazada quién iba a querer comer?
Andy intenta juntar fuerzas, ya alertamos a mi familia y Rosita, encargada de informar a los “delivery de murciélagos”. Se acuerdan que les dije que Male y Rosita jugaron debajo de una cortina, bueno, sí, era debajo de ésa cortina. Flori después admitió que vio algo pero como habían revisado todo con papá no le dio bola. Después de un buen rato de pensar estrategias, acercarse y alejarse, hiperventilar un poco... llega Fede al rescate, entre dos es más fácil. Se le ocurre que lo mejor es un caja, gracias caja de barbijos salvadora. Les dejo el video porque me parece que va a ser mucho más visual que mi redacción, más divertido y porque creo que ya hablé demasiado.
Lo lograron, revisamos todas las cortinas por las dudas, miramos todos los taparrollos, Andy se quedó poniendo cinta por todos los mini huecos que aparecieron y a Fede lo mandamos con vianda a su casa, con postre y todo, ¡mínimo!
A estas alturas, estábamos agotados del día, yo me hago todos los controles, por deporte nomás: temperatura, presión, nivel de oxígeno y frecuencia cardíaca, todo bien. Igual sentía una presión en el mediastino, seguramente de los nervios pero todo bien. Ya listos para dormir, metidos en la nube, pastillas tomadas, rezamos juntos, mañana será un nuevo día en “la manshon”.
Gracias x compartir las fotos del proceso, me hiciste reír con el corte futbolista
Siempre linda mi reina ❤️ que lindo volver a casa
Hola amorosa que buen Domingo, clave la visita de Male, para alegrar la tarde. Gracias Belu x ser la peluquera....yo no hubiera podido... Que lindo volver a casa...ahora a cuidarse para no volver antes de tiempo!! Tremendo los cazadores, yo a esos delivery (fumigadores)no los llamo!!!
Chanchula! que LUJO que este Belu al pie del cañon para atajar tus imprevistos-previstos. GENIA! Y por dioooorrrr esos videos de juego con Male (Andy pidiendo el corte al final es todo JA) y los caza-murcielagos se llevan el premio al mejor registro de momentos del día!
Que linda esa tarde con Male! Es lo más la enana 🤗
Jajaja el video de los cazadores es todoooo. Bien Andy que al final se animo.
Disfruta de tu casita ❤️