19. NUEVOS RINCONES DE LA 407

Miércoles 15 de mayo

La noche no estuvo mal pero a las 6 de la mañana prenden la luz a tope, entra una persona de laboratorio a sacarme sangre, no señora, ayer ya me sacaron dos veces, ¡no tengo más! Le explico que ingresé ayer y que me dijeron que hoy no me sacaban pero esta persona insistía en que sí. Le dejo mi brazo, me pone el guante bien ajustado y abro y cierro la mano como todos los días que me sacan sangre, ya resignada. Un segundo antes de pincharme decide que quizás tengo algo de razón y va a chequear el nombre de la persona a la que debería sacarle sangre. Y sí, no era yo, no sólo no era la habitación si no, que le tenía que sacar a un señor que ya ni recuerdo el nombre. Me pide disculpas y apaga la luz… pero ya me despertaste…

Hoy me tocó conocer una nueva enfermera de la mañana, Mariel ya tenía asignados otros pacientes, así que ingresa Andrea. Entra más temprano pero me ve durmiendo y se va, qué amorosa. Al rato vuelve para hacerme todos los controles y conocernos.

Llega Cecilia, siempre con tan buena onda, le cuento todo lo sucedido, hace todos los chequeos rutinarios, creo que un poco me quiere retar pero todo con humor, por suerte.

Desayunamos con Andy, hoy no me trajeron tostadas, vinieron las famosas galletitas “sandwich” y tostis. Decido darles una segunda oportunidad y la verdad que con dulce no están nada mal, les pido perdón “sandwich”. Hoy me senté del otro lado del cuarto y descubrí que la vista desde acá es ¡increíble!, se ve mucho cielo y una casa muy linda. La vida siempre da segundas oportunidades y aprendizajes.

La verdad que hoy estaba AGOTADA, ya me imaginaba el día más largo del mundo, no estaba con mucha energía.

Llega mi amado baño con pelo, hoy le iba a tocar a mamá el primer baño en casa, pero las vueltas de la vida me trajeron de vuelta acá. De verdad, que no sé cómo explicarlo, pero el baño me renueva, es como que el sol brillaba más, yo tenía más energía, no sé…

Entra Laura, la estábamos esperando, “no te voy a retar, porque yo solo reto a mis hijas”. Arrancamos muy bien, la verdad que es demasiado buena, yo creo que no puede entender que seamos todos tan brutos. La vió a mamá y la echó al toque, está con mocos. Nos explicó que en este momento soy como un bebé de un mes que ante cualquier cosa me tienen que internar. ¡Por eso, estoy con muy pocas visitas y todos tienen que estar re contra mil bien de salud! Nos explicó un poco mejor lo de los glóbulos blancos y un montón de cuestiones a considerar, empezando porque, si me pasa algo similar ¡tengo que llamar! Hoy mis glóbulos blancos están en 63.000 (lo normal son 12.000), así que hoy no me aplican la inyección. Me explicó que mi médula todavía está sana y produce muchos glóbulos blancos, que igual hay que dar la inyección pero hay que evaluar día a día. Como mi médula está sana y produce tantos glóbulos, se ensancha y eso me puede producir dolor en los huesos (el martes me dolía hasta el alma).

Pasó Tere dos minutos a traerme los mejores marcadores y resaltadores del mundo para mi amado cuaderno. Algún día les mostraré alguna foto cuando esté decorado. Obvio, ella siempre muy precavida, ya los había desinfectado y puesto en su bolsita ziploc divina con una cartuchera a juego espectacular, está en todos los detalles.

Llega Cande, justo para secarme el pelo, qué lujo de coiffeur. Lo fue haciendo por capas, yo tengo demasiado pelo, y me iba peinando con los dedos (no trajimos peine esta vez), placer total, nada me gusta más que me toquen el pelo o me peinen.

Me llega un mensajito de Cami, ¡mi amiga que es propietaria!, con una anécdota excelente y muy bien redactada, me parece que la escritura viene de la mano de la psicopedagogía. Es un mini proyecto que tengo por ahí dando vueltas y algún día publicaré.

Entra una amiga de Rochi, es hermana de Schoenstatt y kinesióloga, empezó a trabajar esta semana en el Mater y pasó a saludar, divina.

De repente, vienen a hacer un eco cardiograma. Me acuesto en la cama, me pone el gel, aprieta un poco por acá otro por allá. Me pregunta si pueden ingresar unos ingenieros, a lo que respondo que sí, ¿qué le voy a decir? Yo tratando de mantener la calma pensando, ¿por qué llaman a los ingenieros, hay algo que está dando mal? señor explíquese. Eran ingenieros de la máquina, parece que la habían arreglado hace poco y no funcionaba bien, me tuvieron unos 15 minutos de costado haciendo de conejillo de indias mientras veían el problema. Mi eco estaba perfecto, nada de qué preocuparse.

¡Me liberan del robot! A partir de ahora soy libre de robot excepto cuando me pasan el antibiótico que es cada 6 hs y dura aproximadamente 1 hora, la verdad que nada mal. Es lindo no estar conectada a  un objeto.

Hoy almuerzo con Cande, les adjunto foto de la bandeja porque me parece un invento magnífico que mantiene todo caliente. Cande se pide, ATENTOS… una ENSALADA DE ATÚN. Candelaria, si te digo que la comida acá es riquísima ¿por qué elegirías una ensalada? Cosas que jamás entenderé, según ella estaba riquísima.

Hablo un ratito con Jo, pero yo estaba medio ansiosa por ponerme a escribir, le pido ayuda con un título de capítulo y la verdad que no estaba nada inspirada, me tira un nombre en inglés, pero acá estamos en Argentina loco.

Es mi hora de la siesta pero yo necesito escribir todo lo que pasó estos días, así que, antes de irse, Cande me deja todo super acomodado y ordenado y se va, la libero un rato.

Mando los capítulos a mis editores Andy y papá. Hoy de merienda me trajeron una tarta de coco con dulce de leche, normalmente no lo pediría, pero estaba riquísima, ¿por qué me perdí tantas meriendas estos días? “Pienso escaso” diría la nonet.

Ahora sí, a dormir la siesta, dormí una hora muy profunda y muy feliz. Me despierto tranquila y sola un rato, está bueno tener algunos ratos de soledad también. Lo llamo a papá y arrancamos con la edición telefónica, él iba leyendo y yo iba corrigiendo algunas pavadas.

Llegó Clari de visita así que suspendimos la edición y charlamos un rato largo, me divertí mucho, Clari es un personaje, siempre con anécdotas divertidas. Hoy tiene una cita diferente…

Lo llamo de nuevo a papá y terminamos con los capítulos, junto las fotos de éstos días. En el medio llegan Cande y Andy. Y publico los dos capítulos que tanto les debía. Chicos, los capítulos están numerados porque siguen un orden, si los leen desordenados creo que es más difícil de entender, no sé, recomendación de psicopedagoga supongo.

El día termina con la inyección de la coagulación, no podía pasar un día sin un pinchazo. Cande se va, no sin antes retarla por no saber cómo funcionan los colectivos, entre Andy y Cande no llegarían a ningún lado.

Ya estaba cansada, hoy no jugamos al burako, Andy venía ATR y no paraba de reírse de memes, se ve que no estábamos en la misma sintonía, pobre. Antes de dormirnos entra Leandra, no la veía desde el sábado. Es tan amorosa, creo que las dos nos pusimos igual de felices de vernos, me puso el antibiótico, trajo mi medio clona, no sin antes consultarme si me pedía la otra mitad, genia. Pero no, con medio estoy bien, ya no estoy con corticoides como la semana pasada.

Me dejó el antibiótico conectado y nos dormimos felices.

PD: Les comparto esta frase que me mandaron antes de dormir y merece la pena compartirlo con todos