136. ¿ULTIMO ANÁLISIS?

Lunes 9 de septiembre

Me levanté a las 9 h a darme un baño de agua caliente, hoy el dolor de espalda es infernal, no puedo estar sentada, la única posición es estar parada pero no voy a aguantar todo el día así. El baño ayudó por un ratito pero no puedo ni ponerme las zapatillas porque agacharme me mata. Hoy tengo el que espero sea el último análisis de sangre pero ya me tomé mi primer paracetamol del día, si no mejora, tendré que recurrir al tramadol. Mientras Andy se preparaba para salir, yo estaba parada enchufada a la manta eléctrica, sin moverme mucho. Andy fue el encargado de ponerme las zapatillas y salimos. El frío no es mi amigo, al principio caminaba tipo “pan y queso” pero de a poco pude recuperar más movilidad. Llegados al estacionamiento, busca la camioneta, pero lograr sentarme fue una hazaña complicada, todo me duele. Lo primero que hicimos fue prender el asiento, el calor siempre ayuda, pero ni eso funcionaba. Terminamos recostando el asiento y tratando de no pensar mucho. Si me quedo muy quieta no es tan grave.

Llegamos, esta vez traje los regalitos para Vero, de farmacia, y las chicas de laboratorio. Estaban re contentas, la verdad que son todas muy amorosas, les conté que este sería el último análisis y que ya había terminado con la quimioterapia, estaban todas re contentas. Hoy me tocó la señora del aceite de coco, no tengo energía para tener esta charla. Me senté en la punta de la silla, me recomendó apoyarme bien en el respaldo pero no puedo, tendrá que ser así. Hoy estaba más callada pero justo antes de terminar me pregunta si probé el aceite de coco. Y yo no quería mentir, le dije que ella ya me lo había comentado pero que aún no lo había probado y ahí dijo algo que no escuché bien, porque lo dijo medio bajito o quizás yo estoy medio sorda. Lo que yo creo haber escuchado es que según ella muchas chicas que están pasando por lo mismo que yo (no sé si sabe bien qué tengo) lo probaron y gracias al aceite hasta pudieron reducir la cantidad de quimios. Pero ojo, no escuché bien y no tenía energía para pedirle que repita, así que le di la razón, y como ya había terminado con el pinchazo me levanté porque no aguantaba más la silla. Me dio un algodón sin cinta y nos despedimos. Hoy por suerte estaba casi vacío, es muy difícil saber cuándo va a haber mucha gente y cuándo no, ya probé mil horarios y días distintos, ¡ni idea! Ahora nos toca llevarle el regalo a Vero, Andy ya fue una vez a farmacia por algo, no recordamos qué. Así que cruzamos la puerta y encontramos el cartelito. Tocamos y nos atiende un chico, justo Vero no estaba así que se lo dejamos a él y después le mandamos un mensajito avisándole que le dejamos una pavada a modo de agradecimiento por todos estos meses. Para nuestra sorpresa nos respondió que me leía en el blog, un mensaje muy amoroso. La verdad que en el Mater saben elegir muy bien a las personas, ya lo dije mil veces.

Vino mamá a verme, pobre, creo que ella sufre más que yo mis dolores. Yo los sufro en el momento pero después me olvido. Había venido a verme y a traerme los insumos que compró para nuestros próximos proyectos, es una capa. Subirme a la camioneta no fue tan grave, se ve que el paracetamol está haciendo efecto.

Llegando a casa Andy decide comprarse una medialuna para el camino hacia el trabajo y yo me sumo con un pain au chocolat, del nuevo local. Pero post compra, las chicas nos advierten que los lunes la mercadería no es la misma. Ellas traen los productos ya hechos y la panadería oficial con la que trabajan, los lunes está cerrada. Me pareció raro que nos lo dijeran porque no creo que sea conveninte decirlo a sus clientes. Pero por un lado ya habíamos comprado, así que la venta estaba hecha y, por otro lado, si no nos lo hubieran dicho quizás no hubiéramos vuelto a comprar nunca más pensando que perdieron el toque. Porque realmente no estaban buenas, en mi caso el chocolate es muy bueno pero la masa deja mucho que desear y en el de Andy parece que la medialuna no era para nada rica, imagínense que hasta me llamó para decirme.

Desayuné el pain au chocolat mirando la telenovela española y después me puse a escribir, hoy viene papá a almorzar y quiero tenerlo ya escrito. El dolor empieza a volver y decido meterme en la cama con la manta eléctrica. Llega papá, siempre muy enérgico, trajo papas y arvejas frescas, que la verdad que son muy ricas, nada que ver a las de lata. Me viene a saludar y le pido que me traiga la computadora, ya no me acuerdo qué quería hacer pero algo sería. Después se va a preparar las papas y arvejas y calentar la bondiola. Yo me pongo a ver un curso de alfabetización al que me había anotado hace un tiempo, pero estoy un poco distraída. Me llega un mensaje de Clari que había un rappi en camino hacia mi casa, esta chica no para de malcriarme. Tocan el timbre y baja papá, no sin antes gritar por el portero y no entender nada. Me mando VEINTE helados de frutilla al agua, ¡está loca! Leyó en el blog que me estaba doliendo la boca y que el helado debería ser refrescante, no de chocolate como venía comiendo yo.

Después de pelar todas las arvejas, cocinarlas y poner la mesa, papá me llama para comer. Estaba todo riquísimo, en vez de puré de papa le sugerí papas hervidas con arvejas y fue una muy buena decisión. Está muy subvalorada la papa hervida, y con arvejas fresas, ¡puff! delicia total. De postre un heladito de frutilla, creo que el último que comí en mi vida debe haber sido cuando tenía cinco años, la gorda siempre elegía el palito bombón helado para los cumpleaños. Y si me voy a comprar un helado, el frutal nunca es opción, el último verano debo haber comido cien “epas”, qué ricos que son. Tuve una época que con una amiga salíamos a patinar y no faltaba el epa, si no, ¿para qué juntarse? ¿Es una cuestión argentina el juntarse siempre a comer o soy solo yo? Creo que jamás me junté con alguien y no hubo comida de por medio. A papá le convidé la última porción de arroz con leche, a la cual, la llenó de chocolate, tenía mucha pinta.

Me llega el resultado del análisis de hoy, ¡subieron los neutrófilos, tengo 9.237! Posta mi cuerpo está loco, es muy capo, ¿cómo hizo para generar tantos? Queda clarísimo que el dolor de espalda era mi médula trabajando sin parar, por suerte era eso. Le mando a Romi y me contesta con un audio espectacular, es tan graciosa. Entre las mil cosas me dijo: “ya saliste de la neutropenia así que suspendemos el filgrastim… contactate con Lau que seguro te pida todos los estudios del fin del tratamiento, porque estás en el fin del tratamiento querida”. Creo que lo voy a guardar para siempre, decía algunas cosas más pero las guardo para mí.

Terminada la comida, papá bajó y yo aproveché a lavar los platos. Volvió la Lulu-catrasca, se me cayó un cuchillo sobre unos de mis lindísimos platos que me pintó Cris y se partió en tres, quiero llorar, es el segundo que rompo, si sigo así no me va a quedar ninguno y yo los amo, ¡son muy lindos!

Nos vamos a dormir la siesta, porque a la tarde veo a los princesos. Me dormí muy profundamente, ¡qué placer! Cuando me despierto papá ya estaba levantado, no durmió nada, raro. Leemos juntos el capítulo y me recriminó que hubo muchos errores en el del otro día, pero bueno era tarde y no tuve editor, mil disculpas, ya lo corregiré. Hoy voy a viajar sola en Uber por primera vez en mucho tiempo. Bajamos juntos y el auto ya había llegado, qué raro que es viajar sola. Cuando llegué a lo de Flori no había nadie preguntándome si me había olvidado algo en el auto o cerrando la puerta por mí o hablándome, rarísimo. Caminé esa media cuadra, sola, toqué el timbre y esperé sola abajo, tuve un flashback a las mil veces que vine a verla a Male y me dejaron esperando abajo.

Bajó Flori a abrirme, Male se había quedado dormida arriba de mamá mientras leían un cuento, más divina. Aproveché para estar con Mateo, mamá me había traído a la mañana el enterito porque se había descosido una mini parte del bolsillo, así que antes de la siesta lo cosí. Obvio que lo primero que hicimos fue cambiarlo, le quedó pintado, ¡somos unas capas totales! Sacamos fotos y de paso la foto de los 2 meses en la manta personalizada que le hizo Sinu, ¡le quedó divina!

Era hora de despertar a Male así que me atribuí la tarea, se despertó muy dormida pero también muy contenta, me senté en la cama y ella se me sentó encima, qué cosita más divina. A partir de este momento no nos separamos más. Excepto un momento mientras comíamos la riquísima torta que había cocinado Male, de chocolate obvio, que me lo pasan a Mateo y Male dice: “No.. dáselo a mamá”. El gordo quería comer así que se lo terminé pasando a la madre. Jugamos al dominó, juega muy bien, a las escondidas, obvio, a saltar en la cama, a pescar pescaditos, de todo un poco. En un momento se había escondido tan bien que tuve que pedirle ayuda sus muñecos para encontrarla, por suerte me ayudaron. Finalmente fuimos a pintar, me dijo que primero había que buscar las frutillitas. Es como si fuera un pintorcito con brazos, de plástico, que le compré hace un montón sin saber que era gigante. Ahora lo usa para pintar, clave. Tiene unos marcadores pero de pintura, están muy buenos. Dibujó un dragón que tiraba mucho fuego por la boca y ¡casi me prende fuego a mi chanchito! Así que empecé a pintar hielitos para protegerlo. Del dibujo pasamos a la vida real y terminamos jugando a que venían los dragones y nosotras les tirábamos hielitos para que se escapen, ¡y algunos se congelaban! El juego duró bastante, se mataba de risa. Después llegó el momento de la comida y le convidó brócolis a los dragones, porque a ellos también les gustan. Finalmente nos despedimos, ya es tarde. En un momento mandamos la foto mía con Mateo al grupo y Jose responde: “esta buena esa pose para la espalda”, es graciosa la tipa.

Volvimos con mamá, por suerte mi espalda se recupera rápido porque estuve de un lado para el otro. Me deja en casa y al rato vuelve Andy de futbol. Yo aprovecho para subir el capítulo pero me doy cuenta que no tengo fotos, y siendo que ya estoy libre del filgrastim decido que tiene que ser el protagonista del capítulo y le hago una photo shoot especial.

Hoy la comida es sándwich de bondiola con pancitos del cielo. La verdad que está muy rico, qué comida rendidora la verdad. Hoy no hubo postre, vimos algo en la tele que ninguno de los dos recuerda, y llegadas las 23:30 h decido que no puedo más, estoy agotada. Viene Andy a rezar conmigo y me voy a dormir, él todavía tiene energía.

PD: para los interesados, Andy sigue fan de los Alfajores. Ya estábamos en el ascensor y volvió a buscarse uno para el trabajo. Al final resultó que se llevó una bomba, no estaba mal igual. A la noche quiso comer uno de postre pero decidió que con uno por día está bien, es un personaje.