134. 91 NEUTRÓFILOS

Sábado 7 de septiembre

Nos despertamos tarde, hoy toca análisis de sangre. ¡Volvió Judith! Nos contó de sus dos nietos recién nacidos, ya están todos en la casa muy felices. Hoy el día está increíble, nos tomamos un taxi en la esquina de casa, pero antes pasamos por el nuevo cafecito take away que abrió en la cuadra de casa. Todo tiene pinta, les decimos a las chicas que atienden que a la vuelta pasamos, no sé si nos creyeron. Nos bajamos en Libertador y caminamos hasta el Mater.

Llegamos, saco mi turno de prioridad y cuando llego al subsuelo ya me habían llamado para ingresarme al sistema. Veo que hay un lugar vacío y aprovecho para sentarme, después de lo de mamá esta es mi única salida en mucho tiempo. Pasa un rato y me llaman, en el box de hoy hay una mariposa violeta de papel pegada en la pared. Me sacan sangre super rápido pero me dolió un poco, después de un rato me salió un mini moretón, venía muy bien con las sacadas de sangre.

Es un día de sol y calor pero no creo que lleguemos caminando hasta casa, no sin antes haber desayunado. Damos la vuelta por Figueroa Alcorta, aprovechando el sol, y después subimos hasta Libertador para tomar un taxi que nos lleve ese último recorrido que falta. Llegados a casa, pasamos por el cafecito y la chica nos dice: “¡Volvieron!”, es fácil reconocer a la chica pelada del pañuelo rosa. Decidimos probar un poco de todo, chipas, cookie y medialunas. Las que atienden son un amor, parece que las medialunas son de su barrio y le parecieron tan buenas que decidió que tenía que llevarlas a otros lados, por suerte eligió nuestra cuadra. Los chipas están muy buenos, además calentitos, tienen unas luces fuertes sobre las medialunas y chipas que hacen que se mantengan muy bien. Desayunamos juntos y después jugamos al burako, esta vez Andy viene ganando a full, me está matando. Pero de repente se pincha y termino coronándome ganadora. Empezamos otro pero no está con muchas ganas.

De almuerzo tenemos las últimas milanesas del freezer con puré de batata. Salió muy bien pero mi boca está cada vez peor, espero que no sea tan grave como la última vez. De postre arroz con leche de Crischu, al cual le sumamos chocolate rallado y dulce de leche, gran combinación. Llegaron los resultados del estudio de hoy, ¡tengo 91 neutrófilos! Es el récord mínimo hasta ahora, las plaquetas también están muy bajas pero Romi dice que es lo esperable por el tratamiento que estoy recibiendo. Esperemos que el lunes empiecen a subir.

Post almuerzo me quedo viendo un rato la telenovela española mientras paveo con mi celular. Después me voy a dormir un rato pero se me hizo re tarde. Me despierto con la puesta de sol, está bueno este horario más tardío porque entra el sol por la ventana del cuarto. Me levanto, escribo el capítulo y lo publico. A lo largo del día Andy me fue haciendo comentarios y preguntas en relación a esta nueva vida con alfajores, es un personaje total. Por ejemplo: “me tengo que armar la rutina de llevarme un alfajor para el trabajo”, “¿hasta qué hora se puede comer un alfajor antes de la comida?” y muchas más que no recuerdo. Estamos con muy pocas ganas de cocinar pero nos acordamos que entre Rosita y papá nos fueron dejando ravioles de calabaza y mozzarella, clave.

Nos acordamos del filgrastim de casualidad, casi se nos pasa. Lo sacamos de la heladera pero no lo dejamos enfriar, los ravioles ya están listos y no lo queremos demorar más. ¿Te imaginas que nos olvidamos? Justo en uno de los días más importante. Me dolio, yo creo que porque estaba frío.

Comimos eso que se hizo en dos minutos y de postre probé la cookie, no sin antes calentarla, las chicas hicieron mucho énfasis en que cambia mucho si la calentas antes. Tenían razón porque los chips de arriba se derritieron y fueron la glora. Hoy hice doble postre, el arroz con leche jugó de helado por un ratito. Dicen que hay que comer cosas frescas para mejorar el dolor de la boca, no tengo helado, pero el arroz con leche está re frío. Después Andy busca una película pero sin éxito. Decidimos retomar la partida de burako. Gano nuevamente, Andy está totalmente devastado, de verdad que no es intencional. Esta muy furioso, decide que no puede seguir jugando y se pone a ver una película, yo no estoy con tantas ganas. Elige la de quiero matar a mi jefe o algo así, a mí me parece malísima pero hace mucho insiste con verla. Yo me busco mi libro de mandalas y lápices, me pongo a pintar mientras él ve su película. Cuando termina le pregunto si valía tanto la pena como él creía y me dio la razón, no es tan buena. Decidimos que ya es hora de cerrar el día, rezamos juntos y a dormir.