132. YA EMPEZÓ EL DESCENSO

Jueves 5 de agosto

Hoy empezamos con la tanda de análisis de sangre, ¡la última! Ahora son cada 48 hs para ir chequeando cómo vienen los glóbulos blancos, en espacial los neutrófilos. Usualmente el jueves están bien pero ya sábado bajan rotundamente, veremos. Me desperté sola a las 8 h, hoy Andy me deja en el Mater y después me vuelvo con mamá.

Llegué y por suerte no había mucha gente, me atendió la misma chica de siempre que es super amorosa, re contenta de verme. El lunes, que voy con Andy, llevo los últimos regalos que me quedaron para todos los de análisis, la persona de la entrada, la de seguridad y Vero de farmacia, que nos ayudó mucho en este tiempo, super amorosos todos. Me sacaron sangre muy rápido, ya el mecanismo lo sé de memoria. Subo y espero un ratito en los sillones, a reponerme de las escaleras. Mamá me propone esperar en su casa porque justo le llevaban una funda para el sillón. Siendo ese el caso, no me quedó otra opción que pasar por Domani por unas medialunas de desayuno, qué pena.

Llegamos a su casa y la personas ya estaba ahí esperándonos. La funda quedó muy bien, por si alguno necesita funda de sillón me avisan, Leti es lo más. Después me muestra el enterito que quiere hacerle a Mateo y vemos varias cosas más. No sé muy bien cómo pero termino surfilando toda la vuelta del enterito y me copo, ahora lo quiero hacer yo. En el verano Rosita me había enseñado el ABC de la máquina de coser, le dejé unos repasadores divinos, en el medio le partí dos agujas creo. La verdad es que me tiene mucha paciencia. En el verano había aprendido con su máquina de coser, después logró arreglar una que tenía mamá hace mil años que no conseguíamos repuesto. Esta de mamá parece que es LA máquina, hace absolutamente todo, todavía no me animé a probarla. Ahora estamos cosiendo con la nueva de mamá, entre las dos más o menos logramos hacerla funcionar. Me llevo un pedazo de tela para bordar una ovejita, le vamos a poner un bolsillo, porque si lo vamos a hacer, lo vamos a hacer a lo grande.

Me trae a casa y se va a su clase de bordado. Hoy me quedo sola por primera vez en mucho tiempo. Papá me manda foto que está con Cris, hoy estuvieron jugando al burako. Almuerzo sándwich de colita de cuadril desmechada de ayer y me pongo a escribir los capítulos para cuando venga papá, así los corrige. Terminados los capítulos empiezo a bordar la oveja mirando Survivor. Llegadas las 16 h decido que debería ir a dormir ahora, pero obvio que me quedo mirando pavadas en el teléfono. Además de enviar el ok para la última versión del libro de “Malena la sabia”, ¡está listo, ahora a esperar de 15 a 20 días hábiles para que los entreguen!

Conseguí dormir solamente 45 minutos, me desperté con el timbre sonando, no entendía nada. Era mercado libre, me olvidé que a la mañana compré 100 hilos para bordar, de todos los colores. Qué bueno que llegaron pero qué mal momento para llegar. Siendo que ya me levanté, me siento a seguir bordando la oveja y llega papá. Venía con arroz con leche y cartita de Cris, es lo más. Parece que se enteró que papá venía a casa directo y mientras él dormía ella se puso a hacerme arroz con leche. Es que tengo las mejores abuelas del universo, son tan lo más.

Papá se pone a corregir los dos capítulos y yo termino la ovejita, es un trabajo duro, la hice muy gorda y cada nudito lleva su tiempo. Terminada la oveja y publicados los capítulos nos ponemos a terminar el burako del otro día. Venía furioso que a Cris le tocaron mil jockers y a él sólo uno. Termino ganando con creses, más furioso todavía. Tengo que decir que me tocaron los jockers posta, que suman muchos puntos, pero también hay que decir que los usé bien, podrían haber sido en contra. Lo llama Pablo, su hermano, a papá y me lo pasa. Hablamos un ratito y me pasa cos Pato, su mujer, que me viene leyendo en el blog y tenía una duda muy grande, con su voz super tranquila me pregunta: “¿cómo son esos pancitos del cielo? ¿cómo se hacen?” ¡Me dio mucha gracia! Por las dudas aclaro que los pancitos del cielo son panes de la panadería de enfrente de casa, que para mí son tan ricos, que yo los bauticé así pero originalmente se llaman “caseritos”. Lo tengo tan asumido a su nuevo nombre que hoy fui a comprar al mediodía y casi le pido pancitos del cielo, no iba a entender nada el señor.

Hoy a Andy le toca quedarse hasta tarde, están terminando de procesar cebolla y se va a quedar hasta que terminen. Papá me pone el filgrastim, esta vez no me dolió, clave. Llega el resultado del análisis de sangre, tengo 2.143 glóbulos blancos (lo normal es 4.500-10.500), 1.736 son neutrófilos, ya están bastante bajos. Tengo que superar este fin de semana de glóbulos muy bajitos y ya empieza la remontada. El dolor de la boca tiene ganas de empezar pero esta vez estoy tomando todos los medicamentos muy concienzudamente, no pienso olvidármelos de nuevo.

Empiezo con la comida de la noche, papá se quiere ir a comer su mondongo que le hizo Cris al mediodía y se trajo lo que sobró. Por acá tenemos la colita de cuadril y me puse a hacer una papitas y batatitas bastón bien finitas, al horno. Pusimos el partido, papá enojado como siempre gritándole a la tele. Llega Andy y pone la mesa, ya está la comida lista. Sacamos las papitas/batatitas y empezaos a comerlas, parecían muchas pero en dos minutos casi no quedaban, ¡están para repetir! En el entre tiempo papá aprovecha para irse, lo libero por el fin de semana, mañana Andy se queda trabajando en casa. Comemos mirando el partido y después decido bordarle otro porta anteojos a mamá, ya que tardé tanto, le doy dos.

Finalmente, muy tarde porque cuando empiezo algo no puedo terminar, rezamos juntos y a dormir.

PD: ayer me olvidé de agregar el nombre del libro, lo dejo acá