130. ÚLTIMO DÍA CON CHOLI

Martes 3 de septiembre

Hoy dormí bien, creo que me desperté a las 10 am, increíble. Me había despertado antes y le había escrito a Delia, la señora que hace el rogel riquísimo, para coordinar el pago y horario para pasarlo a buscar. Desde ayer que estoy estresada en que quizás se olvidó y pensando un plan B, pero no existe plan B a ese rogel, ¡es lo que Jose quiere! Por suerte no se olvidó y ya lo tiene listo, lo buscan mamá y Jo que también tenían que buscar el cuadrito de la bici que le bordé.

Me levanté a desayunar porque hoy es el último día de Cholita y al mediodía tenemos almuerzo de despedida en lo de mamá. Hoy quiero avanzar con el libro, desde ayer estoy pensando qué hacer con esas cuatro carillas. Anoche me iluminé, pero hoy medio que Lu me lo dio de baja, qué difícil esto de hacer un libro. Alguna idea tenemos pero no terminamos de cerrarla.

Salimos para lo de mamá, yo me llevé mi impresora portátil para imprimirle fotos de hoy a Jo y escondérselas en su valija. Fuimos los primeros en llegar, últimamente estamos muy puntuales. Después llegó Rafi y finalmente la familia de los princesos.

Lo primero que hicimos fue admirar el cuadrito divino de la bici, ¡quedó muy bien! Jose me esperaba con un regalito, parece que desde que se enteró se puso a googlear información de todo tipo, según ella era lo único que podía hacer. En algún lugar leyó sobre el libro amarillo, pero no lo conseguía. El día que salió a correr desde casa, divisó en Plaza Italia un libro amarillo que le llamó la atención, se acercó a ver qué libro era y resulta que era EL libro que había estado buscando. Tremendo el destino, está a full este último tiempo. Lo dejó reservado porque no tenía nada encima y además estaba saliendo a correr. Me lo dio con cartita incluída que leeré más adelante, ahora voy a disfrutar que está acá.

Pidieron empanadas en un lugar super mega recomendado pero que me parece que no era tan rico al final, una pena. Yo creo que hay que ir a la segura y pedir las empanadas de carne cortada a cuchillo de Cumen-Cumen, ¡son demasiado buenas! Para las que no podíamos comerlas, mamá hizo un peceto especiado con su salsa de mostaza acompañado de arroz. Obviamente, el postre era la mejor torta, el sábado estuve con dudas en relación a qué tamaño pedir. Con Jose habíamos dicho chico pero de repente estaba ahí por pedirlo y me tenté. Le pregunté qué pediría ella, y me dijo que grande, así que, teniendo su aval, pedimos el grande. Es gigante, pero bueno, tenemos tiempo. Post almuerzo aprovecho un ratito con Mateo, es un chanchito divino con su cara de redondel, siempre durmiendo plácidamente.

Las chicas se van a la plaza y yo aprovecho para imprimir las fotos, esconder la carta y dormir la siesta. Dormí muy profundamente, cuando volvieron lo primero que Male quiso hacer fue venir a despertarme. Me despertó con un beso y mimitos, divina total. Después nos quedamos las dos jugando en la cama de Lalá: a cocinar pan, esta vez de chupetín, a buscar los dinosaurios abajo de la cama, todo lo que se les ocurra inventado.

Llegaron Marina y la Nonet, lo primero que hicieron fue probar el famoso rogel. Además la Nonet trajo las famosas mini medialunas de Guber, que nadan en almíbar. Male las devoró, es que son muy chiquitas y amorosas. Charlamos un rato, dividimos el rogel con Fede, empacamos todas nuestras cosas y nos llegó la despedida. Choli nunca nos deja desperdirnos mucho, la quise abrazar antes y me dijo: “en el ascensor”. Pero esta vez no le hice caso, la abracé muy fuerte y no se quejó. Intento no pensar mucho en que en un rato se va a estar subiendo a un avión y no me va a llegar más el mensaje: “¿A qué hora voy hoy?”, si lo pienso me pongo triste.

Me traen los princesos a casa, Male se fue comiendo una empanada de jamón y queso, éxito total. Se me va Jose y también ellos, hasta la semana que viene. Desolación total, ¡por suerte mis papás siguen acá! Escribo el capítulo del lunes mientras Andy prepara un matambrito de cerdo con puré de papas. Comemos juntos charlando, no hay nada divertido para ver. Terminamos el día con un burako, está con mala suerte pobre Andy. Rezamos juntos y a dormir.