126. 6º CICLO – DÍA CINCO

Viernes 30 de agosto

Obvio que me desvelé, de hecho el primer despertar fue muy temprano, ni miré la hora pero a las 3 am, tuve que levantarme al baño velozmente. Volví a levantarme tipo 5:30 h, y dormité hasta las 7 h, mi cabeza no para, ya no queda nada. Pasa Mariel a pispear y la saludo, estoy mega despierta buscando cosas en Mercado Libre para mis proyectos futuros. Hoy cumple Rosita así que le mando un mensaje bien temprano para felicitarla y desearla un gran día, esta vez no voy a estar para el festejo, pero festejaremos otro día. Llegan a traerme el desayuno a las 8 h y le pido si me puede traer un tostado de queso. A las 8:30 h, puntual, viene la nutricionista a definir las comidas, hoy repito la cena de ayer que estaba muy rica pero teniendo en cuenta todo lo que me trajeron ayer de cosas ricas, suspendo los postres y la merienda. Andy encuentra un  cartel que me dejaron ayer las chicas, son unas divinas, acá dejo la foto. Empieza a sonar la alarma de aire y llamo a Ricky, lo soluciona y de paso me hace los controles, falta que lleguen algunas medicaciones pero me fue trayendo lo básico. Le pregunto si puede averiguar algo del tostado, por las dudas.

Escucho una vocecita muy amorosa por el pasillo, ¡llegan los princesos! Yo ya me había puesto el pañuelo rosa combinando con mi pijama. Se lavan las manos y Andy me trae a Mateo, yo estoy sentada en el sillón atada a la torre, es lo más fácil.

Obvio que vinieron los dos con sweaters bordados por su abuela Lalá, tan capa, están divinos. Llega el tostado y desayunamos todos, Male una medialuna, son su perdición. Jugamos, nos reímos mucho, hacemos un dibujito en la pre muestra del libro y lo colgamos en la pared, nueva decoración, el cuarto no es grande pero por suerte hay espacio en las paredes. Se van para su casa, antes de que se largue a llover.

Viene Ricky a cambiarme las sábanas y traer las toallas. Pasa Virginia a revisarme, todo muy bien, me dice que hoy ya deja la epicrisis lista para mañana. Hablamos de la campana, y de que seguro sea tipo 11 h de mañana, ¡qué emoción cerrar todos estos ciclos y esta etapa de mi vida! ¡¿Quién hubiera dicho que llegaría tan rápido?! Hoy me llamó Cris, está con tos y desesperada por verme a mí y a Jose pero con miedo de no contagiar a nadie, así que charlamos a la distancia.

Viene Ceci a saludar y celebrar que solo queda un día, es tan amorosa. Hoy estaba Andy, nos pusimos al día, le conté del libro de Male y le mostré la mega caja de alfajores. Aproveché para preguntarle por las comidas de ahora en más y me dijo que trate de evitar las verduras y frutas crudas afuera de casa, cero drama. Me dio el ok para comerme todas las papas fritas que quiera, clave. Nos sacamos una foto, la última que nos sacamos fue con pelo corto. Me meto a bañarme pero antes de entrar a la ducha arranca la alarma de aire, así que Andy llama pero no venía nadie. Salgo al pasillo y justo aparece Mariel saliendo del cuarto de al lado y la intercepto para que me lo solucione, capa total, hoy están todos a mil. Ahora sí, aproveché para bañarme y encremarme.

Me llama Jose, que hoy está a full y cree que no va a tener tiempo para pasar y quería charlar un rato. Pero aparece Pachu que venía a saludar, me dijo que sí o sí le avise mañana para el momento campana, va a estar de guardia. Andy se va a bañar y nosotras recordamos todo este tiempo pasado, lo que trabajó ese primer fin de semana para que todo sea posible, muy genia. Se va con varios alfajores para probar, dice que su preferido es el de maicena, después me contará. Andy guarda un par de cosas y se va para casa.

Trato de escribir pero llegan mamá y Jo, que pasaban dos minutos entre sus mil actividades. Lo primero que hicieron, después de lavarse las manos, fue leer la carta del anónimo, estamos todos muy intrigados. Nos sacamos una foto las tres, que siempre nos olvidamos, y se van. Le pedí a mamá que me traiga una remera linda para mañana, porque es el gran momento campana. Aprovecho para escribir antes de que llegue papá, por suerte ayer había adelantado algo porque estos días son un lío de visitas, todas buenísimas obvio.

Llega papá y corregimos el capítulo para dejarlo listo y programado. Aparece Lucas, jefe de enfermería, para ver que todo esté bien y preguntarme si hoy podíamos hacer un simulacro de la foto de la campana. Es la gran novedad y marketing del Mater está de lunes a viernes, así que mañana no van a estar. Le digo que no tengo ningún problema siempre y cuando no sea de 16 a 17 h que es mi hora de descanso.

Decido almorzar, ya habían venido una vez a buscar la bandeja, así que papá me trae todo. Él se toma la sopa y yo repito la comida de ayer, es el mejor menú. De postre dos cubanitos de los que me trajo Rafi ayer. Vino Ricky dos veces a apagar la alarma de burbuja, hoy está como loca, nos quiere poner trabas, no quiere que me vaya.

Papá baja a comprarse un agua, y fumar obvio. Yo aprovecho a responder mensajes y escribir un poco más el día de hoy. Vuelve papá, escribo un poco más mientras él charla sin parar y empezamos a jugar un rapigrama. Pero entra Bruno para los controles y avisarme que ya están de marketing para hacer las fotos con la nueva campana del cuarto piso del Mater Dei. Post controles partimos con papá y Bruno hacia la campana, ahí estaban todos los enfermeros, médicos, Mercedes, Lucas, ¡es el gran evento! Me sacan unas fotos sola y hacemos la gran foto de todos, ¡espero esta vez haber salido mejor! Por supuesto que me emocioné y lloré un poquito. Ivi, se puso al lado mío, super emocionada también, será simulacro pero ya casi estamos. Hoy toqué solo dos veces, ¡mañana se van a enterar todos que me voy de alta! Además, las personas que hicieron la campana mandaban de regalo un kit de mate muy lindo, muy amorosos. Había una señora con su acompañante mirando todo, está también en tratamiento y en enero le toca tocar la campana también, si ella se emocionó, ¿cómo no me voy a emocionar yo? Cuando volvemos Bruno me dice: “en un momento estabas toda roja, yo también me emocioné”.

Llegados a la habitación 405, seguimos con la partida de rapigrama. Estuvimos muy empatados, parecía que ganaba papá pero terminé ganando por 4 puntos, muy peleado. Llamo a Bruno porque el robot marcada alarma de aire, lo resuelve y se lleva la guirnalda para actualizarla para el quinto día. Yo acomodo todo para ir a dormir la siesta, me despido de papá. Viene Candy con la merienda, esta vez solo té y agua, ya tengo comida de sobra.

Hoy la lluvia fue la compañera ideal para la siesta, dormí muy bien. Cuando me levanto suena la alarma de aire de nuevo, lo llamo a Bruno. Viene y me dice que vino una médica rubia a verme pero que le prohibió entrar porque yo estaba durmiendo, crack, no sé me ocurría quién podía ser. Al rato viene Pachu, había sido ella, charlamos un ratito, las dos llorando. Probó uno de los cubanitos de Dos Escudos que le recordó a unos que comía de chica pero que los vendían congelados, tendremos que probar. Llega Clari, charlamos un ratito las tres y Pachu se despide, nos vemos mañana a las 11 h para la campana.

La mando a Clari a que elija todos los alfajores que quiera, después de todo, fue quien nos presentó, sin ella no existiría La Aldea en mi vida. Vienen los chicos a colgar la guirnalda y tratamos que Cintia recuerde algo más de la entrega de la caja, pero no descubrimos mucho más. Nos sacamos la foto y se las imprimo en mi mini impresora para el recuerdo. Hoy me entregan la muestra oficial del libro, qué nervios. Más temprano me había escrito Eduardo que la traía entre 19 y 20 h, ¡unas ganas de verlo! La llamo a Jo, que es la encargada de recibirlo, la capa lo recibió y me lo trajo directamente. ¡Increíble que mi libro va a tener lomo, está demasiado lindo! Igual quedamos en que el lunes le escribo para confirmar que esté todo bien, este fin de semana va a ser una montaña rusa. Una vez aprobada la muestra son 15 a 20 días hábiles para que estén todos los libros, ¡tre-men-do! Clari se queda un rato más y nos despedimos. Me quedo charlando con Jo y revisando el libro de nuevo, todas las sugerencias y comentarios pre impresión me vienen bárbaro.

Entran a sacar la basura y traer la comida de Andy, todavía no llega y ya se quieren llevar mi bandeja, drama. Llamo de nuevo a Bruno, pobre, hoy el robot está con aire sin parar, lo soluciona y nos despedimos, ¡nos veremos para el service del port a cath!

Llega Andy, se los había cruzado a los cuatro enfermeros de la tarde saliendo abajo, todos coinciden en que mañana hay que hacer sonar con ganas la campana, son unos genios. Apenas llega le propongo comer, ya es tarde para acá. Comemos pero me doy cuenta que me está cayendo todo el cansancio del día encima, demasiadas emociones y visitas. Terminada la comida, Andy revisa el libro, también le encanta. A pesar de estar muy cansada salimos a caminar, ¡es la última caminata por el pasillo! Saludamos a todas, y le propongo ver una película hasta que la cuarta bolsa termine, no pienso estar dormida para la última bolsa. Hoy llegó todo orgulloso a contarme que tenía ganas de comer algo de té y que yo todos estos años le enseñe a comer cosas ticas, así que decidió probar con una bomba de La Aldea, ¡y la disfrutó! El que cuando le di de probar me dijo: "igual, no me gustan los alfajores", no solo eso, si no que se comió uno de postre también, va aprendiendo las cosas buenas de la vida. Toto le había dicho que “No puedo vivir sin vos”, de Netflix, era buena. No me lo pareció mucho pero sirvió para pasar el rato, obvio que Andy se quedó dormido, esta vez la vimos juntos en mi cama.

¡Termina la película y también termina la cuarta bolsa! Toca el ondasetrón de 20 minutos y se vienen las últimas dos, estas pasan a 300 ml/h y duran 1 hora, las dos a la misma vez. Ya es la una de la mañana. Obvio que Lean las puso y me largué a llorar, lágrimas de felicidad obvio. Nos abrazamos las dos, Andy no entendía nada, no suele estar para el final porque en general era por la tarde y además recién se despertaba de la siesta nocturna. Es muy loco pensar que ya está, es la última hora de quimio, después sigo conectada a la noche pero con un solo cable y un solo robot pasando solución fisiológica, una pavada. Mientras Andy acomoda el cuarto y hace su cama, yo termino de escribir este día. Nos vamos a jugar al burako mientras esperamos, única manera de que no nos quedemos dormidos, ¡qué emoción!

Aparece alarma de aire y vienen Lean y Belén, se terminan quedando los últimos 15 minutos charlando con nosotros. Es todo muy emocionante, creo que todos queremos estar presente. Salían a resolver los robots de mis vecinos y volvían rápidamente. Terminadas las dos bolsitas y apagado el robot encargado de las “danger amarillas”, decidimos ir hacia la campana a festejar. Después de todo, terminamos recién y las chicas mañana no van a estar. Hacemos fotos y toco una sola vez, pensando que era despacito, pero suena con ganas. Nos abrazamos y despedimos de las chicas, agradeciéndoles por todos los cuidados y cariño en estos meses.

Llegados al cuarto, rezamos juntos y nos vamos a dormir, obvio que me costó un poco más que a Andy dormirme realmente.

Dejo video del primer simulacro