125. 6º CICLO - DÍA CUATRO

Jueves 29 de agosto

Me levanté dos veces al baño y las dos veces sonó la alarma de “burbuja de aire”, así que la llamé a Erika con el botón y vino rapidísimo a solucionarlo, genia. La segunda vez que me levanté no me pude volver a dormir, pero no miré el teléfono. Sonó nuevamente la alarma del robot a las 6:40 h, justo antes de que Erika se vaya. Me quedé medio dormitando, ayer Erika me dijo que se puede dejar indicado que el desayuno venga más tarde, que ella lo va a poner para las 9 h, no sabe si lo tendrán en cuenta pero lo intentará. Por supuesto lo trajeron entre las 7:30 y 8 h, ni quise mirar la hora. A las 8:30 h entró la nutricionista pero esta vez me dejó dormir, por suerte. Al ratito igual ya abrí los ojos, había gente por los pasillos hace rato. Me puse a investigar sombrillas y reposeras para la temporada de verano de “La Balsa”.

Vino Ricky para los controles y traer todas las medicaciones, hoy la presión me dio 12.8, alta para ser yo que suelo estar entre 11.6 y 10.6. Me trae el omeprazol y el agua, me quedo haciendo un poquito más de fiaca y finalmente me levanto a desayunar. Andy se fue a comprar su desayuno abajo, café con tostado, como siempre. Hoy la banana no me tienta mucho, de hecho, estoy bastante chinchuda, no me siento en mi 100% y supongo que me estaré cansando, pobre Andy. Desayunamos juntos, me voy a bañar y encremarme, mientras él trabaja. Andy se lo cruza a Diego, cirujano genio, y viene a saludarme pero justo me estoy bañando, dice que pasa después. Buscan la bandeja del desayuno, salgo del baño, muerta de calor como siempre. Cuando salgo siento un aroma especial entrando por la puerta, terrible, por suerte tengo un ambientador de aromas florales que me está salvando por segunda vez en esta internación.

Pasa la médica clínica encargada por la mañana del piso, me ausculta, revisa piernas, me hace algunas preguntas, creo que no la había conocido antes, super amorosa. Le pregunto si mañana estará ella, para que me deje lista la epicrisis para el sábado, que en general es todo medio un caos y me dice que hoy lo habla con Virginia pero que mañana lo dejan listo. Vuelve Andy, se baña y se va a trabajar, yo mientras termino de escribir el capítulo de ayer y empiezo a esribir la mañana de hoy.

Viene Mercedes a saludar y aprovecho a darle su regalo, estaba muy contenta y reconoció a la Vírgen de Schoenstatt, que era lo más importante. Hablamos de todo un poco, ¡me contó que ya llegó al sanatorio la campana para festejar las altas de oncología! Parece que hoy a la tarde la colocan y yo tendría el honor de estrenarla, ¡qué lujo! Todo encaminado para el sábado, el día va mejorando velozmente. De paso le mando mensaje a Ceci, preguntándole si estaba en el Mater para darle un caja de alfajores con una foto nuestra y cartita de agradecimiento, me dijo que en cuanto podía pasaba. Pasa la nutricionista para definir comidas y me recomienda las papas bastón, ilusa como soy me imaginaba unas tipo las de Mc Donalds.

Llega papá, con una camisa muy canchera, y se pone a ver el libro de Guests and Friends, seguido de la corrección del capítulo. Al ratito viene Jose y le sigue Ceci, siempre con su mega sonrisa, le doy los alfajores y la foto. Charlamos un rato y me dice que pasa mañana de vuelta a saludar, me alegró mucho la mañana, tiene muy buena energía. Dentro de poco le toca volver al cuarto piso, ¡qué afortunados los próximos pacientes! Ojo, son todos super amorosos, pero Ceci tiene un extra de alegría, también me tocó compartir un mes entero con ella, todas las mañanas, llegamos a conocernos mucho.

Almorzamos juntos, yo me pedí milanesa con papas bastón y me trajeron sopa de fideos, que en verdad eran fideos porque de sopa no tenía nada, por suerte para mí. La milanesa y las papas estaban incomibles, perdón. La sopa, al no tener agua hizo que los fideos munición estén bien y no todos desarmados, así que ese fue mi almuerzo. De postre la banana de la mañana y le sumamos un tercio de alfajor de nuez de Havanna, el que me había comprado papá hace un montón para probar, lo compartimos entre todos. Sonó la alarma de aire y vino Ricky a solucionarlo.

Nos pusimos a jugar al rapigrama, venía matándolos pero de repente me abataté. ¡Ganó Jo y en la siguiente vuelta salí segunda! Estábamos medio jugando a las apuradas porque supuestamente iba ir el carpintero a levantarnos el escritorio pero al final canceló a último minuto, una pena. Papá ya había salido para encontrárselo en casa.

Escucho que está Gonzalo haciendo sus rondas, le pido a Jo que me traiga el regalo y le escribo una mini cartita. Entra al cuarto, nos saluda, hace su mega examen exhaustivo, me dice que una vez que suben los glóbulos ya puedo retomar bastante normal mi vida hasta el PET. Me olvidé de preguntarle por la comida, ¡necesito comer una hamburguesa con papas fritas ya mismo! Le doy el regalo y nos sacamos una foto lindísima que me quedará para mí porque prefiere que no la publique y me parece perfecto. Ya cuando me agradecía se me empañaron los ojos. Jose le agradece por cuidarme tanto, yo a esta altura no podía hablar porque no iba a poder parar las lágrimas de emoción. Él le responde: “todos lo merecen”, es un amor. Apenas cierra la puerta nos largamos a llorar las dos y reírnos de nosotras mismas en silencio, fue una escena graciosa. ¡Tengo ganas de terminar las internaciones pero los voy a extrañar mucho a todos!

Voy por décimo octava vez al baño pre siesta. Pasa Bruno para los controles, después vienen a hacer la limpieza de la habitación y llega la merienda. A las 16 h me meto en la cama y Jose se va, hoy sale a correr, después tiene pijama party con Male en lo de mamá. Al ratito entra Irene, no la veía hace muchísimo, charlamos un rarito, siempre es muy amorosa y me tira flores, me preguntó si podía sacar fotos al cuarto, así que salió sesión fotográfica. Me hizo algunas preguntas más, quedamos en que le voy a traer el libro de “Malena la sabia” cuando lo tenga y nos despedimos.

Aprovecho para dormir en esta nueva brecha de una hora que encontré en la que nadie entra, o muy pocos. Me despierto, publico el capítulo y escribo un poco más del día de hoy, tuve muchas visitas y si no me voy a olvidar de todos. En un rato llega Sonso con medialunas de Domani, no le cuenten a nadie. Acá trajeron algo de merienda que no sé muy bien qué es, le pregunté a Candy pero tampoco está muy segura, parecen palmeritas pero es otra masa, según ella se llama profiterol, vamos a ver si nos animamos a probarlos.

Llega Sonso, con su mega sonrisa y las medialunas. Nos pusimos a charlar a full, nunca es suficiente el tiempo. Vinieron Ivi y Cintia para llevarse la guirnalda y hacer el cambio. Al ratito tocan la puerta, era Henry con un carrito y una caja enorme de “La Aldea”. “¡Llegó Mercado Libre!”, me dice, ¡yo no entendía nada! Pone la mega caja en la mesa y la abrimos para ver si tenía alguna nota, afuera solo indicaba “hab 405”. Había una carta que en el sobre pone “MT”, la abro a toda velocidad, ¡¿quién puede estar tan loco de mandar diez docenas de alfajores?! Por ahora me quedo con la intriga porque es de alguien anónimo, me escribió una carta tan linda, demasiado. Contándome que me lee en el blog y que soy un ejemplo, obvio que me largué a llorar, muchas emociones. Espero que no me dejes con la intriga para siempre, ¡alguna pista! Sonso tenía que irse, así que la mandé con un alfajor de cada sabor para que prueben, y uno de maicena especial para su mamá que hoy es su cumple y siempre es tan amorosa.

Volvieron todos los enfermeros de la tarde a colgar el nuevo cartel de “último cuarto día”, hoy querían cambiarlo por número: “4º”, pero Ivi se puso firme y no lo permitió, es un laburito pintar y enhebrar cada letra, ¡muy capos! ¡Me venían a contar que la campana ya está en su lugar! Me había parecido escucharla sonar durante la siesta. En un momento Bruno dice: “es especial para vos”, entre que ya quería ir a verla y esta frase tuvimos que ir. Me consiguieron un barbijo y partimos todos juntos hacia el office, ahí estaba ya lista para festejar todas las altas que se vienen, pero además, ¡con una mariposa! No sé si ya les conté, creo que sí, pero las mariposas vienen siendo un símbolo importante en mi familia. Mi bisabuela Gran mamá, siempre que aparecía una mariposa blanca le decía a mamá que era su papá que venía de visita y La Nonet también lo aplica siempre. El año pasado Jose y mamá se encontraron las mariposas encastrables y compraron justo cinco, una para cada ciclo que me quedaba. Mamá las vio y decidió que serían las que me acompañarían en cada uno de mis ciclos restantes, al primero no llegamos ni a procesarlo de lo rápido que llegó. Es increíble cómo se dan las cosas, mucha casualidad o destino, porque esa campana está pensada para todos los pacientes y hay miles de formas y símbolos, o podría no tener nada y ser solo una campana, pero no, tiene un mariposa.

Llegó Rafi justo cuando estábamos admirándola, hace tanto no lo veía, Lili estuvo resfriada así que quedaron suspendidos hasta nuevo aviso. Nos volvimos juntos al cuarto y a ponernos al día, al rato llegó papá con una tortita de Mamía, Rafi traía las tabletas de queso parmesano y los cubanitos de chocolate de Dos Escudos, que son mi perdición, junto a tantas otras delicias, esto de dejar por escrito me hace quedar muy mal. Igual, ¿a quién quiero engañar? Ya todos me conocen, mis amigas un día me vinieron a preguntar mi top tres de tortas porque querían comer algo rico. Al principio no se me ocurría nada, me tomaron desprevenida, pero apenas empecé a pensar me di cuenta que sé mucho del tema.

Hoy había pijama party en lo de mamá, Male se durmió rapidísimo, así que Flo aprovechó para escaparse un ratito, estamos todos muy intrigamos con el “anónimo”. ¡Pero no logramos descifrar nada, me sugirieron contactarme con los de La Aldea! Me olvidé contarles que Cintia vio a la persona que lo entregó, yo le mostré foto de quien pensaba pero no era… tendré que buscar más fotos y mostrarle hoy. Porque La Aldea entrega los jueves pero estando la carta adentro de la caja me hace pensar que el anónimo lo recibió, la agregó, volvió a cerrar y la trajo hasta acá. Nos quedamos todos charlando un montón. La comida de hoy está muy rica: colita con puré de batata, pero habiendo comido medialunas y tabletas de queso, no tengo tanta hambre. Papá ligó comida, se tomó la sopa, mi medio plato y “probó”, se los comió todos, mil alfajores, además casi se termina la bolsa de las tabletas de parmesano, me parece que está ansioso que esto se termina. Flori se volvió porque Male estaba llorando, así que salió corriendo y nos quedamos un rato más con los Rafis de la casa, tipo 22 h ya me despedí, hoy fue un día que empezó con el pie izquierdo y se volvió una montaña rusa de lindísimas emociones y compañías.

Al rato llegó Andy, Lean había pasado pero justo estaba en el baño. Andy me cuenta que cuando se anunció abajo, la persona de seguridad se quedó pensando en la habitación 405, le sonaba de algo… hasta que se acordó y le dijo: “A la que le trajeron una caja enorme de alfajores de dulce de leche, mousse, maicena…” Me pareció muy genial. Salimos a caminar y la saludamos por el pasillo. Al rato empezó la “pre alarma de fin batería”, así que tuvimos que volver. ¡Ya queda media hora para la última bolsa de mi vida!

La llamamos a Lean, que hace rato la escucho dando vueltas pero no viene a verme, obvio que entra y le hago un “reclamito”, como le dice Andy, todo con humor. Me hace los controles, todo bien, me pone el ondasetrón y se va a buscar la cuarta bolsa y la solución fisiológica (el plancito que acompaña a la quimio). Vuelve con todo, yyyyy ¡cuarta bolsa pasando! Qué increíble, en un poquito más de 24 h me va a quedar solo la solución fisiológica y otro poquito más y me despido de la torre y los robots, esperemos que por mucho tiempo, nunca hay que decir nunca pero siempre pensar en positivo. Todo colocado y listo, nos damos las buenas noches con Lean, está super emocionada de pensar lo rápido que pasó todo, ella estuvo esa primera noche conmigo post terapia intensiva, con tantas dudas e incertidumbres, vocabulario nuevo, quirófanos, cartera de Louis Vuitton, ¡tantas cosas que ya ni me acuerdo! Y ahora, acá estoy, sintiéndome super bien y muy esperanzada con lo que se viene. Obvio que todo muy paso a paso y con el mejor equipo que pueda existir. El otro día hablaba con Cami de la vuelta al trabajo, qué difícil volver a organizarme y retomar rutinas de horarios fijos, pero me estuvo ayudando a pensar en todo, es una genia.

Rezamos con Andy, anteúltima noche en la cama “orto-médica”, como le dice Jo, y nos vamos a dormir.

PD: Hoy cumplo cuatro meses de la llegada a la guardia, conectada a un tubo de oxígeno y pensando que en unas horas estaba en casa atendiendo pacientes.