124. 6º CICLO - DÍA TRES

Miércoles 28 de agosto

Me levanté dos veces al baño, la primera vez me dormí relativamente rápido, pero la segunda me costó mucho, no miré el teléfono para no empeorar las cosas. Me desperté 7:44 h con la entrada del desayuno, decidí revisar si tenía agua para pedir en el caso de que no tengan. No había agua, aproveché para pedirle que me traiga. Al rato se despertó Andy y charlamos cada uno desde su cama. Fue el primero en levantarse, yo estoy medio vaga. Vinieron de nutrición y definimos las comidas de mediodía y noche, nada muy copado. Andy se fue a comprar el desayuno y no me levanté para iniciar el día. Volvió y puso la mesa del desayuno, yo mi banana y un pan con mermelada y él su café con tostado. Pasó Mariel por la puerta y entró  a saludar y contarnos que quizás, si llegan a traerla, ¡voy a ser la primera paciente que toque la campana del alta! Más tarde vino Ricky para hacer los controles y dejarme los cinco millones de pastillas. Le pedí para bañarme y al rato volvió con toallas, sábanas y la bolsita roja para tapar el Tegaderm que protege al port a cath. Charlamos los tres mientras cambiaba las sábanas y yo esperaba que el omeprazol haga efecto para tomar el resto de pastillas, yo también soy un poco personaje.

Andy se fue a trabajar y yo me fui a bañar, justo quisieron entrar a limpiar pero les pedí si podía ser después del baño, por las dudas que se inunde. Me bañé, me puse las cremas, pijama nuevo y fresco. A la noche me morí de calor y frío en partes iguales. Durante el día cuando entra el sol, me muero de calor. Salida del baño, me puse a terminar de escribir el capítulo de ayer. Empezó a sonar el robot: “Alarma de aire”, toqué el timbre pero no se prende mi luz de afuera, entonces tienen que ir a chequear al office quién llamó. Al rato vino Ricky y lo solucionó, ya sigue pasando la quimio, a no preocuparse. Junté las fotos de ayer, ¡son demasiadas! Y aprovechando que estoy sola empecé a escribir el día de hoy. A la mañana ya le mandé video a Lu de las opciones, nos decidimos por el mate. Le escribí a Eduardo confirmándole que lo haríamos en mate y me dijo que para antes del fin de semana estaría la muestra oficial, ¡qué emoción, otra alegría más! Pasó Virginia, a cargo del piso por este mes, me preguntó si me siento bien, y estoy bien, cansada nomás. Me dijo que después pasa Romi.

Al mediodía vino mamá a almorzar conmigo, gran compañía. Hoy comí carne con calabaza, estaba bastante bien, de postre compota de pera. Aprovechamos y miramos sellos para tela, que mamá hizo un curso hace poco y encontré unas chicas por Instagram que tienen unos re lindos. Se quedó un montón, porque descubrí que la siesta es de 16 a 17 h, post controles, merienda y limpieza. Se fue mamá y dejó la puerta abierta para que Bruno sepa que hoy no estoy durmiendo. Funcionó porque vino al ratito, me hizo los controles, todo perfecto, como dice él. Le pregunté si ya estaba la chica de la limpieza y si podía pedirle que venga ahora así me puedo dormir tranquila. Me dijo que creía que estaba en el centro de día pero que le iba a avisar, capo total. Vino la chica de limpieza, y al rato trajeron la merienda, teniendo esas tres típicas visitas resueltas se supone que voy a poder descansar.

Dormí muy bien, una hora seguro, me desperté con Romi. Hoy le tocaba a ella cubrir a Laura, aproveché para darle su regalo, habíamos hablado del juego en una de las veces que estábamos jugando con Andy así que se lo traje. Estamos las dos alucinadas con que haya pasado tan rápido, se acuerda de estar peleando con los ecógrafos. Esas primeras semanas me hacían una o a veces dos radiografías o ecografías por día. La peor fue la del corazón, qué mal la pasé pensando que quizás me tenían que hacer una punción para sacar líquido del corazón, no lo hubiera podido soportar, era mucho para una sola semana. Además era la previa a la operación de tejido ovárico e inicio de quimioterapia, demasiadas cosas nuevas para una sola persona. Por suerte la ecografía salió bien, ya me vieron bailando y festejando tener “un día libre”. Romi es a quien voy a ir escribiendo y enviando los controles de sangre por esta semana, hasta que vuelva Laura.

Me quedé un rato sola haciendo fiaca en la cama y jugando a mi jueguito, no tengo energía para el cuaderno de Guests and Friends hoy. Además es como que los días siguen pasando y yo no avanzo. En un momento entran Ivi y Cintia a llevarse la guirnalda para cambiar el día. Llega Belu, mi merienda era una torta de ricota creo, pero vieron que yo soy más del chocolate. Ayer Flori me había traído un pain au chocolat así que claramente ese fue mi té. Belu probó uno de los bombones de frambuesa, éxito total. No la veía hace bastante, habían estado resfriados o enfermos con Andy, así que por las dudas no nos vimos. Venía con muchas novedades buenísimas. Justo volvieron los cuatro enfermeros de la tarde con el cartel de “último tercer día” y se quedaron charlando un buen rato, son lo más. Estuvieron a punto de borrar los nombre de las chicas de la noche del cartel de enfermeros pero después decidieron que lo mejor era poner a todos. Ivi me contó un poco más cómo terminó la situación con la señora que la había peleado la última vez, jamás un día tranquilo por acá.

Cuando llegó Andy, Belu aprovecha para irse, hoy se junta a comer con amigos, gran visita. Viene Bruno con todas las medicaciones de la noche y obviamente que las dos bandejas de comida estaban esperando hace rato. Hoy tengo canelones de espinaca y banana de postre, la sopa es de fideos largos pero el líquido tiene gusto a agua sucia, ni un caldito tenía. Andy, bien dietético, se pidió la suprema napolitana con papas al horno. Creo que  nunca jamás vi una milanesa de pollo tan grande ni tan gorda, no sobró nada. Yo de vuelta estaba con esa sensación rara en la garganta que me dice que hasta acá llegó la comida, comí medio plato.

Hacemos un poco de fiaca y viene Erika para los controles, todo muy bien. Pasa Candy a retirar las bandejas y me agradece por los alfajores, dice que estaban riquísimos, en pasado porque ya no le quedan. Salimos a caminar y estirar un poco las piernas, nos cruzamos con Sol, fue mi clínica por unos días hace un tiempo ya, super amorosa y feliz de que ya sea la última.

Hoy Erika y Nancy están solas y a las corridas. Tienen que bajar a buscar mi tercer bolsa pero no pueden dejar el piso solo, y justo Erika tuvo que acompañar a un paciente que lo cambiaban a otro piso. Justo aparece Mauro, que está en terapia intensiva y Nancy le pide si puede quedarse supervisando el piso mientras ella baja a buscar mi protocolo. Nos quedamos charlando un buen rato, nos acompañó un montón en ese primer mes internados, super amoroso. Hablamos de la posibilidad de que esté la campana para el sábado pero no está muy convencido, veremos. Quedamos que de alguna manera vamos a tocar la campana, ya sea en pediatría o en la capilla del SMT, o traeremos una de casa, ¡pero el sábado se festeja! Volvió Nancy con todo y al ratito Erika, Mauro retoma sus quehaceres.

Seguimos caminando un poco más porque tienen que preparar todo y además todavía quedan algunos minutos de esta bolsa. Finalmente nos dirigimos al cuarto para la tercera y última bolsa de mi vida, esperemos. Logramos cambiarla un poco antes de medianoche, dejó pasando el ondasetrón (reliverán fuerte) y cuando terminó puso la bolsa del “plancito”, como lo llaman ellos. Ya está todo encaminado, yo ya estoy agotada. Rezamos con Andy en mi cama y nos vamos a dormir.