122. 6º (Y ÚLTIMO) CICLO – DÍA UNO

Lunes 26 de agosto

Dormí bien, me desvelé un buen rato pero no miré el teléfono, porque ahí seguro no me duermo. Me desperté a las 9 h e hice fiaca un buen rato, le mandé mensaje de buen día a Andy, vino a saludarme y de paso le mostré tres memes geniales que le había mandado. Le respondí el mensaje a Andrés, el secretario del Mater que otorga los turnos, confirmando que hoy me interno, me dijo que vaya 14:30 h. Me levanté, omeprazol primero antes que nada, de desayuno me preparé una quesadilla con queso quesabores y una riquísima taza de choco krispis, un desayuno agridulce podría decirse. Mientras veía Survivor, necesito llegar a lo que me quiso contar Cami, ¡pero no lo logro!

Terminado el desayuno puse a lavar el cubre nube con fundas de almohada y descolgué, doblé y guardé la ropa seca. Judith está de viaje, así que hay que tratar que no se acumulen muchas cosas. Además me dispuse a sacar las manchas del mantel que estuvimos usando, tarea nada fácil. Terminé googleando cómo sacar mancha de salsa de tomate, dicen que con vinagre. Lo dejé actuando y en las otras manchas metí jabón blanco y cepillé, qué se yo, veremos qué pasa. Me puse a escribir el capítulo porque hoy se viene la mega siesta de mi amado benadryl y no voy a tener tiempo. Escribí, repasé, sumé las fotos y ya lo dejé programado para la tarde, muy eficiente. Me llegó un mensaje de Andrés que tuvieron una complicación con un alta, me consultaba si podía ir a las 16 hs. Qué suerte que me avisó porque no estaba para estar dos horas al cuete esperando.

Saqué y colgué el cubre nube y metí las sábanas a lavar. Me puse a ordenar el “ropero” de ropa blanca y ¡descubrí que perdimos muchas fundas de almohada! Creo que fue en la última internación, así que esta vez no estoy llevando fundas desde casa, fiaca haberlas perdido, ojalá aparezcan. De almuerzo tenemos la bondiola con puré de papa, sin leche esta vez porque ya no queda ninguna abierta y siendo que hoy me interno no tiene sentido abrir una, estaba muy rico. De postre probé uno de los alfajores que me trajo Carlos, tiene como un toque salado del cual no soy tan fanática, pero está bien. Preparé el bolso, todas las decoraciones del cuarto, me estoy llevando todas las mariposas y todos los collage de las chicas, más el cartel de las enfermeras del último ciclo. Además el cuaderno de Guests and Friends, cartas y un juego, esta vez estuve tranqui. Colgué las sábanas y antes de irnos puse a lavar el mantel con los repasadores, eso le va a quedar a Andy para colgar. Me tiré un rato en la cama, y cuando Jose me mandó que estaba viniendo me metí rapidísimo a bañarme. Ya había dejado todo en la entrada y le pedí a Andy que agregue su ropa al carry on y las cosas que dejé en la cama, era lo único que faltaba guardar.

Jose subió para empezar a hacer los viajes, porque llevo todo lo que les dije pero también llevo las 17 bolsas bordadas para mis queridísimos enfermeros, las cajas de alfajores de 6 y las bolsitas de 3 para personal de limpieza, restaurante y entrada. Jose terminó haciendo dos viajes y el último ya bajamos con Andy las últimas bolsas. Nos trajo mamá, nos dio un poco de vergüenza la entrada con tantos millones de cosas, pero yo aprovechando que no tenía nada me mandé primera a anunciarme, problema de los chicos si les dicen algo. Me anuncié en recepción y me indicaron que espere a que me llamen. Me llamaron rapidísimo, hice el ingreso, mientras Andy me buscó un barbijo, que me había olvidado. Hoy me tocó la habitación 405, la vecina de la última vez, es una de las pocas que todavía no conozco.

Subimos muy emocionados al cuarto piso, Jose no conoce nada y tampoco a ninguno de todas las personas que nombro, es divertido presentarle a todos a mi hermana que vive en España y que vino para el último ciclo. Me recibe Cintia y nos lleva a la habitación. Guardamos todo en el ropero, desarmamos la valija y me pongo el primer pijama de la semana. Traen la merienda y le convido a Jose las galletitas sándwich, primero dice que son como criollitas, no señora, después se da cuenta que no tienen sal y por lo tanto no tienen gusto a nada.

Al rato viene Bruno, es mi enfermero designado de la semana, creo que hasta ahora nunca había sido mi enfermero, pero sí lo re contra conozco. Al rato vinieron con la pre quimio y a conectarme el port a cath a la famosa torre de los robots, chau libertad. El encargado de hacerlo fue Henry pero estaban todos, se sumaron Cintia y Rodri también, son lo más. Terminada la conexión les entregué las bolsas a cada uno, creo que al principio no entendían mucho pero después me re agradecieron y creo que les re gustó, Cintia conocía el juego porque se los había regalado a sus sobrinos. Nos sacamos todos una foto con las bolsas y entró Gonzalo, con su famoso control exhaustivo, le conté de un dolor que tengo a veces del lado derecho pero no encontramos qué podría ser. Yo pensaba que podía tener que ver con la vez que me sacaron los puntos de mi famosa bolsa Louis Vitton, que cuando tocó cerrarlo yo pegué un grito, no debería haberlo hecho. En mi teoría ahí me entró aire que quedó escondido para siempre y cada tanto se hace notar. Gonzalo lo refutó velozmente, pero no encontramos ninguna causa. Tampoco sé muy bien cómo explicarlo, es como una mini patada pero dolorosa, dura ese segundo, pero a veces pasa muy seguido y no es muy copado. El Benadryl empieza a hacer efecto, qué lindo, en casa había hecho un esfuerzo enorme por no dormirme porque se venía la famosa siesta. Antes de dormirme profundo vino Bruno con la primer mini bolsita, nos leyó todo, hoy no vino la auditora. Suenan las alarmas del robot, le explicamos a Jose cómo apagarlas sin éxito, esta chica necesita más espinaca para tener fuerza, Andy le muestra cómo hacerlo y se va a fútbol.

Sigo medio dormitando y entra Virginia con todas las energías, como ya había estado Gonzalo, no hace falta que me revise y viendo que está todo bien se despide. Finalmente me duermo y las chicas se fueron, no sé cuándo porque ni me enteré. Me despierto 19:30 h, sin ganas ni de moverme pero necesito ir al baño, tomé agua y no pararon de pasar líquidos sin parar. Finalmente junto fuerzas y me levanto. Después viene Bruno, arrancamos con la bolsa un poco más grande de la pre quimio, ya la última, que dura tres horas. Más tarde pasa Rodri a despedirse, ¡hoy es su último día! No lo puedo creer, es un genio y trabaja bárbaro, voy a hablar con Mercedes a ver qué pasó. Me dijo que lo hice emocionar con el regalo, creo que fue un lindo gesto en su último día acá, el destino quería que lo viera antes de que se vaya, porque usualmente me interno los martes, se lo va a extrañar mucho.

Hoy tengo cita con Jose, llega super puntual a las 20 h, mi comida ya estaba acá hace rato, hoy tengo pollo con puré mixto y duraznos de postre, por ahora las papilas están intactas y estaba muy bien la comida. Más temprano había llamado la nutricionista para definirlo, y aproveché para pedirle pan y banana de desayuno. Jose se pone a colgar y decorar todo el cuarto, era su tarea designada, lo hizo muy prolijo, tengo el cuarto más lindo de todo el “sanatonio”.

Viene Erika para los controles nocturnos y aprovecho a darle su bolsa, me dijo que está también Nancy pero Anita está de vacaciones, les pedí si podían guardársela para cuando vuelva. Nos sacamos una foto, con y sin barbijo, son lo más, estaban re contentas.

Aprovechamos para charlar con Jo, que ya la vi un montón pero casi siempre con compañía, esta era nuestra cita. Después le prepara la cama a Andy y ordena todo el cuarto, está muy prolija, este tiempo con Roby la tiene cambiada, éxito total. Llega Andy, hoy comió en casa la bondiola, según él tenía tanto hambre que se la tiró en la cara, clave porque ya mucho más no la íbamos a guardar. Jose se despide, por suerte está re cerca.

Nos quedamos charlando con Andy, estaba feliz de haber jugado, las últimas semanas no juntaban gente y no se había armado, ya se estaba desesperando. Estoy apetitosa (a la mañana me pesé y aumenté creo que dos kilos, se ve que comer como lima nueva trae sus consecuencias, igual no me preocupa lo suficiente como para empezar una dieta o restringirme, la vida es una y hay que disfrutarla). Logramos el cambio de la primera bolsa a las 22:30 h, ¡ya empezamos! Esta pesó un poco menos: 584, debería pesar 600, buenísimo porque significa que debería pasar en 24 h y no nos atrasaríamos tanto.  Antes de dormirme me ponen el reliverán fuerte, que ya me olvidé el nombre. Ya a la tarde arranqué también con los corticoides, todo encaminado para el último ciclo, ¡estoy feliz!

Finalmente, rezamos juntos en mi cama y a dormir, esta vez con la persiana bastante baja y la cortina hasta abajo.