118. TARDE DE CHICAS

Jueves 22 de agosto

Hoy dormí 6 h seguidas, ¡cosa de locos! Obvio que después no me podía dormir pero ya eran las 6:30 de la mañana, nada mal. Miro el teléfono y tenía mensajes de Flo de las 4:30 h, de una de sus despertadas por Mateo, esta vez no la acompañé con mi desvelo a esa hora. Escuché todas las alarmas de Andy como todos los días, antes de dormirme le mandé mensajito pidiéndole que cuando se levante cierre las cortinas. Vino a preguntarme qué quería que cierre pero yo no podía hablar, finalmente me estaba quedando dormida, me empieza a nombrar cosas y cuando dice cortina hago un ruidito y las cierra. En mi cabeza pensaba: “se lo mandé escrito", pero después miré el mensaje y decía: “Buen día! Me cerrás las coronas cuando te levantes? Gracias!!”, así que tenía razón pobre, maldito corrector. Me desperté a las 10 h, ¡felicidad total!

Llegó papá con pancitos del cielo y preparó un chocolate caliente increíble, desayunamos juntos, supongo que será su segundo o tercer desayuno a esta altura del día. Después le pusimos los cordones a las zapatillas que me regaló Willy, para hacer foto del look completo. Yo terminé de ponerlos rapidísimo pero papá me retó que en una parte el cordón estaba torcido, así que no me quedó otra que acomodar los “rulitos” que habían quedado, tengo un padre muy toc. Me saca fotos para el blog, se va a acostar un rato y yo aprovecho para escribir el capítulo de ayer, mientras escucho la lista de “las viejitas de Shakira” en Spotify. Me llega mail de Eduardo, de la imprenta, con el último presupuesto. Hecha la transferencia solo queda esperar al lunes o martes que nos entregan la muestra, ¡qué nervios, ya está tan cerca de hacerse realidad!

Se despierta papá de su “pre-siesta” y al ratito llega Jo. Ya habíamos empezado a calentar el estofado y preparar el arroz. Almorzamos los tres juntos, de postre terminamos el riquísimo rogel, qué poco duró, estaba increíble. Corregimos el capítulo con papá mientras Jo limpiaba, capos los dos. Nos fuimos todos a acostar, Jo quería salir a correr después pero necesitaba un ratito de descanso. Dormí una linda siesta, me desperté unos minutos antes de que lleguen la Nonet y mamá. Llegué a ordenar un poco, igual la estamos manteniendo muy bien.

La Nonet venía con un montón de cosas ricas y un té de tilo junto a hojitas para que yo me prepare a la noche. Me trajo uno ya listo para saber hasta qué color tenía que llegar, porque yo no tengo ni idea, nunca tomé té de tilo, no soy muy fan del té. Según la Nonet es buenísimo para dormir, les dejo el mensajito porque es muy amorosa: “Hola tesoro yo aprendí un truco tenés que hervir el té de tilo hasta que tome  colorcito y después lo tomas y dormís como si fueras un ladrillo, no debe de haber nada más inofensivo”. Está muy preocupada de que yo no duermo, yo también. ¡Hoy mamá vino con mi chaleco terminado! No me quedó otra que cambiarme y lookearme para usarlo, es muy capa.

Llega Marina, mi prima, también con cosas ricas, ¡imposible comer todo! Nos sentamos en la mesa, charlamos un montón, estuvo muy divertido. En un momento Jose me pide que me ponga la peluca para verme, según ella no me puede quedar tan mal. Me la puse y todas coincidimos en que sola no puedo usarla, la única manera es poniéndole un pañuelo. Aprovechamos para sacar una foto todas, una vez que la tengo puesta. En un momento la Nonet dice que le gustaría ver un castillo que está en José C Paz, según ella hace unos años yo ya le prohibí ir, no lo recuerdo. Cuando buscamos dónde era, re confirmé que no la dejo ir, ¿qué va a hacer ella ahí? Pasar con el auto e irse porque no se puede entrar, parece que sigue siendo de algún conocido pero está totalmente abandonado. Por suerte, gracias a Google Maps y su autito que filma, pudimos ver cómo está en la actualidad, alcanza y sobra. Tiene pinta de haber sido muy lindo, ahora parece una casa embrujada, no me acerco ni loca. Después de un rato de más charlas bajan todas juntas, justo llegaba mi nuevo pedido de La Aldea. Esta vez pedimos seis docenas de bombas, éxito total, si las ven en kioskos cómprenlas porque son increíbles. Solo una de todas esas docenas es para mí, las demás las compró papá, espero que alguna para regalar. Las recibió mamá y me las mandó por el ascensor, capa total.

Me puse a lavar los vasos que quedaban, pero hay uno que está cachado en el borde, lo tenemos hace un montón y no sé por qué todavía no lo sacamos de circulación. Cuestión que lo agarré y por supuesto me corté, esta vez el dedo gordo. Prometo que no suele pasarme, de hecho, les vengo contando de mi vida hace más de tres meses y es la primera vez que me corto. Espero realmente que la tercera sea la vencida. Sigo con la peluca puesta porque Andy me dijo que estaba llegando, pero no llega más y esta cosa pica. ¡Finalmente llegó! Intenté filmar su reacción pero no me salió bien, terminé filmando cualquier cosa, igual les cuento. Se mató de risa y me dijo que me la saque, pero no me la iba a sacar sin antes sacarnos una foto, les dejo acá una con y una sin para que voten cuál Lulo les gusta más.

Se va a dar un baño para templarse un poco, venía muerto de frío. Yo mientras escribo mi cuaderno de guests and Friends, voy avanzando en los días, lento pero seguro. Nos ponemos a jugar al burako, nos había quedado un partido por terminar, termino arrasando. Andy no llegó a los 1.000 puntos pobre. Empezamos otro más pero queda interrumpido por la comida. Hoy vamos a comer… ¡estofado con arroz! La verdad que está muy rico y es un placer poder volver a calentarlo en dos minutos. Gracias papá por tomarte todo el trabajo de descuartizar la carne para sacarle todos los nervios, se nota. Hoy comimos viendo la serie de Máxima, está en HBO, Andy viene insistiendo con que quiere verla hace días, hoy lo logró. El primer capítulo me dio mucha vergüenza ajena, me puso nerviosa. Después de comer fui a buscar los hilos que me compró mamá y me trajo hoy Jose para poder hacer un bordado más. La noche terminó conmigo bordando, comiendo helado y viendo la serie hasta que terminé mi diseño. Me fui a bañar, rezamos juntos y a dormir.