110. HOLA CHOLITA

Miércoles 14 de agosto

Me desperté tipo 9, pero muy despierta, no había forma de volver a dormir. Vino Andy e hicimos fiaca los dos juntos un ratito. Él se fue a correr y yo me preparé tres tostaditas con queso cremoso, para cumplir con el desayuno salado. Ya llegó Jo, así que escribo el punteo del día ayer, para no olvidarme, y empiezo a armar lo que me quiero llevar a lo de mamá. Además sumo dos abrigos para Jo, que según ella no se pudo traer nada de ropa por todo lo que nos traía, lo demás que venga a buscarlo a casa y se fije si le queda bien. Me siento que estoy en la colonia, me llevan y me buscan agotada, en el lugar hago actividades varias, en este caso llevo computadora y bordados. A la mañana estuvimos viendo algunas cosas del libro con Lu, especialmente de la tapa y el lomo, que al ser en tapa dura hay varias cuestiones a tener en cuenta.

Vamos a buscar la camioneta y terminamos dando una vuelta eterna porque había calles cerradas, qué fiaca el tráfico de la ciudad, no tengo paciencia. Me deja en la axion, no lo iba a hacer dar una vuelta por media cuadra, todavía tiene que manejar hasta el trabajo. Abajo estaba Luis, el encargado, nos saludamos efusivamente, es lo más.

Cuando llego arriba, Cholis abre la puerta del ascensor y nos damos un mega abrazo mientras gritamos y cerramos el ascensor para que no haga ruido. ¡Está más chiquita o yo crecí! Mientras escribo me doy cuenta que nos vamos a tener que medir, quizás la quimioterapia me hizo crecer, nunca se sabe. Qué lindo que ya haya llegado, placer tenerla acá. Pobre mamá no le di tanta bola, estaba en la cocina preparando el almuerzo. Nosotras nos pusimos a charlar, finalmente le di su libro de “Malena la sabia” con dedicatoria y me mostró todo lo que había traído. Yo había mandado unas camisas cancheras para Andy, un juego, bikinis y un regalo para Mateo y Feli. Esta vez a Male no le compré pero tiene de todo, y creo que con dos libros personalizados estamos super bien. Después de todo el momento de revisión, me puse a bordar mientras charlábamos.

Llegan Flo, Male y Mateo. Jose baja a ayudarlos y cuando llegan arriba Male empieza a preguntar dónde estaba Lulo, cuando me encuentra me dice: “¡Mira quién llegó!... ¡Es Jose!” Esta chiquita es muy lo más. Ya era la hora del almuerzo y mamá tenía todo listo. Nos sentamos en la mesa, Male comió como una genia, sentada en la silla con su tenedor, se comió todo el plato y un poco más. Después de comer, se levantó porque quería que juguemos a las escondidas. La única forma de sacarla del juego fue decirle que había torta. Automáticamente salió de su escondite y volvió a su silla, ansiosa por comer. Mamá hizo la torta riquísima de nuez de “chef patissiere”, que le sale increíble y con crema es aún mejor.

Nos vamos al escritorio o playroom, no sé cómo se llama, y Male encuentra el regalo de Mateo. Es un disfraz de león que está muy bueno, obvio que se lo quiso poner y después nos hizo un show excelente de ella asustándonos y moviendo la cola, el disfraz incluye cola de león. Jose trajo marcadores y figuras en goma eva que se pegan. Usaron unos de sus planos de la facultad para hacer un mega dibujo que quedó bárbaro, después le sumaron stickers del libro de Malena. Llegaron la Nonet y Marina, mi prima, que vino por una semana. Nos pusimos al día, hace muchísimo no la veía. Cuando éramos chicas con Jose las cuidábamos a la tarde. Jose era más bien su tutora, organizaba los programas de la tarde, los cumpleaños, llamados con otras madres, de todo un poco. Yo iba dos veces por semana y las ayudaba con cosas del colegio o pasábamos el rato hasta que se iban a dormir. El mejor trabajo de todos, era lo más verlas tan seguido, me impresiona ver las fotos y lo chiquitos que eran, yo tenía 17 o 18 años y ellos de 12 para abajo. Ahora es diseñadora de indumentaria (creo que ese es el título), se recibió hace poco y recibió el premio por el mejor diseño, muy genia. Vino para hacerse la ciudadanía croata y poder trabajar en Europa, yo debería ponerme las pilas también y averiguar qué papeles necesito. En un momento Male me dice que tiene hambre pero que quiere sayunar torta en la cocina conmigo, qué privilegio. Flori aprovechó para dormir un rato mientras cuidábamos a sus criaturas. Muy clave que Jose haya vuelto, porque a pesar de que juego un montón con Male, no tengo ni ahí la energía que solía tener. Ahora muchos juegos los hacemos desde el sillón, usando la imaginación a full, pero Jose está ATR, se tira al piso, se esconde, la persigue, de todo. Pasamos un día espectacular, hoy sin siesta, demasiadas cosas pasando a la vez.

Me pasó a buscar Andy, mamá me ayudó a bajar con todo hasta la esquina, porque me volví con más coas de las que llevé. Dejamos la camioneta y volvemos caminando, pobre Andy cargando las mil bolsas. No paraban de llamarlo por un camión, caos total. La paciencia que tiene me sigue sorprendiendo, la gente lo puede llamar seis veces seguidas sin drama. Es algo que me sorprende siempre, que llames más veces no creo que haga que te atienda antes, si no atendí es porque no puedo ¿no? Llegamos a casa para el momento filgrastim, qué aburrido.

Como siempre, o al menos en este último ciclo, estoy muy apetitosa. Si no estoy comiendo, estoy pensando en qué voy a comer, estoy muy ansiosa por todo, hasta me salteo la siesta.

Antes de escribir pensamos la comida, estoy tentada de pizza, decidimos ir por la segura. Vamos a pedir a “Cooperativa 1893”, hace una pizza a la parrila muy finita que es increíble. La mejor de todas es la de fugazzeta caramelizada con nueces y pasas de uva, pero es una bomba, impresionante la cantidad de cebolla que le ponen. Para contrarrestar, la otra mitad la pedimos de capresse. Este lugar nos lo recomendó Pili hace más de un año creo y nos hicimos mega fanáticos. Hecho el pedido por whatsapp, ya más tranquila de que la comida estaba en camino, me siento a escribir y buscar fotos para el blog. Me avisaron cuando la pizza salió del lugar, así que prendí el horno para darle un toque cuando llegue y puse la mesa. Comimos charlando un poco del día de cada uno, creo que comí más que él. Además, comí mucho chocolate de postre mientras bordaba, ¡ya me queda la última de esta tanda!

En un momento Andy se va a acostar pero yo necesitaba terminar, claramente estoy pasada de vueltas. Me dijo que lo despertara después para rezar pero no voy a ser tan mala. Terminé tipo 12:30 hs, en verdad me obligué a terminar, me bañé, recé y a dormir.