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109. COOKIE DAY

  • Mery Torello
  • 14 ago 2024
  • 5 Min. de lectura

Martes 13 de agosto

 

Tanto dije que me gusta hacer fiaca en la cama que hoy me levanté de una, ya no podía estar más acostada. Últimamente me funciona quejarme por acá y que después esos síntomas desaparezcan o ya no estén tan presentes, me gusta esta magia. Esta vez me funcionó al revés, porque me terminó echando de la nube pero muchos síntomas fueron remitiendo, así que estoy mejor. Hoy Andy se fue temprano y vino papá. Anoche le había mandado un mensaje, me tenté con un submarino de havanna, son muy buenos. Apenas me desperté le mandé mensaje avisándole que ya estaba arriba, porque habíamos quedado para más tarde pero ya me levanté y con hambre, malcriada se nace no se hace. Llegó con dos submarinos y dos medialunas para cada uno, tremendo desayuno. Yo ya estaba escribiendo o haciendo algo en la computadora, que como me suele pasar, no podía parar hasta terminarlo.


Nos sentamos a desayunar, aprovechando el sol que entra por la ventana, es impresionante lo que calienta, tuvimos que abrir las dos ventanas del calor que hacía. Terminado el desayuno fuimos a revisar si teníamos todo listo para hacer cookies, vengo tentada hace tiempo. Ayer papá había traído chocolate pero faltaba azúcar rubia, decidimos revisar si por casualidad yo tenía. Al final, nos ordenó y limpió toda la alacena. Había ocho paquetes de papas fritas abiertos, sopas vencidas y varios productos más para tirar. Vino muy bien la limpieza, me devolvió las mil veces que yo le hice lo mismo en su alacena. Quedó todo impecable, hasta nos sobra lugar, excelente servicio.


Tenía ganas de salir a fumar, así que definimos el menú y se fue a comprar lo que faltaba. Yo me quedé escribiendo y haciendo un par de cosas para mandar a imprimir el libro, parece fácil pero no lo es. Armé un archivo de stickers para ver si  esa era la manera correcta y de paso les compartí el interior del libro para que nos indiquen si falta modificar algo más. Del otro lado, estaba Lu haciendo de todo un poco.


Llegó el momento cookies, papá se puso a picar 225 gr de chocolate águila. A mí me tocó la parte fácil, todo gracias a que compre tremenda batidora hace años. Como la receta pedía más chocolate del que teníamos, papá hizo el cálculo para adecuar el resto de ingredientes. Veníamos super bien hasta que llegó el momento de los huevos, me olvidé que estaba haciendo menos y puse los dos huevos. Mientras mezclaba me parecía que algo no era correcto hasta que me avivé, obviamente no iban los dos huevos si yo estoy haciendo el 66% de la receta, pienso escaso. La cuestión fue que terminé sumando manteca y azúcar a la mezcla, ya medio a ojo, no quería hacer más cuentas. Sumé la harina y los chips y se fue un rato a la heladera, en film. Papá limpió toda la cocina, quedó impecable. Pero al ratito se puso a cocinar de nuevo, es un ángel.


El menú de hoy son delicados filetes de merluza rellenos con brócoli fresco y cebolla de verdeo, cuidadosamente enrollados y terminados con un gratinado dorado y crujiente, acompañados de un cremoso puré de papa. Estaba buenísimo pero no sé si es que me cayó pesado o que quedó muy pegado al desayuno. Obviamente esta comida fue de la mano de los pancitos del cielo. Yo descubrí que no puedo hacer más de una actividad seguida, hago algo y me tengo que sentar después, la batería no me da. Buscamos el tupper que quedó de Cris, que es muy hermético, y pusimos ahí el pescado. En otro tupper sumamos el puré e hicimos cuatro cookies para que le lleve a Jose de sorpresa y, de paso, papá las pruebe. Hoy se va con mil bolsas, algunos productos de la alacena que no estábamos consumiendo, el almuerzo y las cookies.


Llegaron mamá, Flori, Male y Mateo. Desde la puerta se la escuchaba a Male cantando: “Lulo, lulo, lulo”. No puede ser más amorosa, llegó demasiado feliz. Lo primero que me dijo fue: “me saco la campera y viene batman” (sí, ya no dice más basman o banfam, una tristeza), venía con el disfraz abajo. Después nos pusimos a buscar a Coco, pero no aparecía por ningún lado, yo buscaba con ella pero no había caso, se escondió muy bien. Buscamos un buen rato, a esta altura se habían sumado mamá y papá también. Finalmente papá se arrodilla y lo encuentra abajo de la cama, cuando lo quieren sacar se sale la cabeza, rápidamente empezamos: “¡Coco loco, no hagas eso!” Se mataba de risa, lo agarramos y lo llevamos al living. Papá se fue a dormir la siesta y nos quedamos las chicas y Mateo. Jugamos a varias cosas, el de los muffins, male doctora, un juego de memoria-pop it que me regaló Sonso, de todo un poco. Llegaron los últimos pedidos que hice por Mercado Libre, así que  bajó mamá a recibirlos, ¡unas ganas de ver si encargué bien las cosas!


Flori quería que Mateo se despertara, porque tiene el sueño cruzado, a la noche no duerme nada y durante el día no hay manera de despertarlo. Intentamos de todo, Male gritaba sin parar, le hacía cosquillas, saltaba al lado, pero nada lo perturbaba. Cuando dijo que cuando lo apoya en la cuna se despierta, se nos ocurrió apoyarlo en mi cama para ver si surtía efecto, nada. Al principio fui solo yo con Mateo pero al ratito se sumó Male. Estuvo cantando, saltando, haciéndole cosquillas, de todo un poco, pero el tipo no se inmuta. Me dio gracia recordar que cuando Male dormía no volaba una mosca en toda la casa, era momento sagrado. A Mateo no le va a tocar vivir eso, igual no pareciera importarle. Dos minutos antes de que llegue Fede, se despertó y abrió sus ojazos azules. Nos sacamos un fotón todos juntos y bajaron.

Con mamá decidimos que era hora de la siesta, yo me fui a mi cama y ella al sillón. No me dormí, gorda como soy, no paraba de pensar en que quería comer una cookie pero que tenía que prender antes el horno. Me levanté y fue lo primero que hice, después nos sentamos las dos a bordar, necesito terminar. Cuando llegó Andy, llegó también el momento filgrastim pero, como ya me había comido una cookie no fue tan malo. Andy venía con el tiempo justo, yo ya tenía todo listo, solo faltaba pinchar. Pasado el momento filgrastim, me premié con la segunda cookie del día. Salieron buenas pero no como las que había hecho en enero, esas estaban espectaculares, claramente hay que respetar la receta y el orden de los ingredientes.


Nos sentamos a comer, a la tarde se me ocurrió fajitas. Salieron buenísimas, muy capo Andy. Cada vez que como pollo recuerdo lo mucho que me gusta, gran producto, difícil que salga mal y pega con todo. De postre un alfajor La Aldea, hoy le compartí a Andy, lo probó y su respuesta fue: “no me gustan los alfajores”. ¡El tupé del tipo! Le convido de mi alfajor, del cual vengo hablando hace días, y me lo menosprecia así nomás. Jugamos un burako, oficialmente he vuelto, lo maté por segunda vez consecutiva. Yo estaba agotada pero veníamos escuchando algunos podcast de Gisele Sousa Dias, busquen en youtube que hay muchísimos más que Spotify, y de ahí derivamos en música. Nos quedamos un rato escuchando hasta que empezó el dolor de espalda. Me fui a dar un buen baño de agua caliente, rezamos juntos y a dormir, esta vez Andy hizo la oración de Lourdes de memoria.

4 Comments


Clara Millán
Clara Millán
Aug 15, 2024

Porfi, Mateo y Male estan divinos! Que ganas de probar tus cookies, seguro son riquísimas con la experiencia de testeo que tenes jaja! Tenemos que organizar nuestra próxima cata de cookies eh!

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Delfi Aleman
Delfi Aleman
Aug 18, 2024
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Tengo lista de lugares!!!!

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Martina Etchebarne
Martina Etchebarne
Aug 15, 2024

Meriii va Dato de mama: las papas fritas lays o similares de paquete se guardan en la heladera y duran un montón!!! No se humedecen y quedan crocantes

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tmorfila
Aug 15, 2024

Que lindo día que pasaron!!

Me tentaron tus 🍪

Buenísimas la fotos !!

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