105. 5 CICLO – DÍA CINCO

Viernes 9 de agosto

Hoy hubo cambio de bolsa tardísimo, nunca registré en qué momento pero a las 7 de la mañana ya estaba muy despierta y con hambre. Lo primero que pensé fue en pedirme el tostado, pero tenía que ser estratégica, si lo pido a las 8 o antes cuando me traen el desayuno me voy a tener que levantar re temprano, mejor esperar a la nutricionista que igual viene 8:30 hs y pedírselo a ella. Eso fue lo que hice, definimos comidas y le pedí un tostado bien tostado, me preguntó si solo de queso y le dije que siempre me lo traen con jamón, entonces ella misma dijo que tenía que estar muy tostado, espero que así sea, me dio esperanzas su aclaración. Aproveché para hacer un rato de fiaca, vino Ricardo para los controles matutinos, todo marcha bien, ¡ya estamos en la última bolsa del anteúltimo ciclo!

Hoy volvió Milagros, la clínica que es muy divina. No está a cargo del piso, en realidad por estos dos meses le toca a Virginia, pero solo la vi un día, se ve que están muy a full. Por mí cero problema, Mili es lo más, me revisó y charlamos un ratito. Por suerte llegó el tostado porque a esta altura ya sí tenía un hambre feroz y pocas o nulas ganas de volver a comer pan, me va a salir por las orejas. Después del desayuno entro a bañarme mientras Ricardo me cambia las sábanas y Andy trabaja un poco. Antes de meterme a bañarme, aprovechando que Ricardo seguía acá y la torre marcaba burbuja de aire, se ocupó de resolverlo. Estaba difícil, terminó reseteando el robot porque no había caso, pero lo logró. Cuando salgo de bañarme estaba bastante mareada, decido que lo mejor es acostarme un rato, la verdad que no había dormido muy bien y quizás algo no me cayó de diez. No tenía ganas de hacer nada, ni pantallas, ni papel, solo cerrar los ojos un rato.

A Andy ya lo pasaban a buscar para irse a trabajar pero no quería dejarme así, le dije que vaya tranquilo porque no pensaba moverme, están los enfermeros y le escribió a papá para que venga antes. Dormí una hora y media, siesta renovadora, me desperté muchísimo mejor. Apenas abrí los ojos entró papá con lengüitas de aceite de oliva y alfajorcitos para el té. Al rato Andy me mandó foto de que había conseguido una promoción de los fideos tricolor, que no me preocupe que los íbamos a guardar en la baulera. (Obvio que no, es parte de su trabajo, pero me dio gracia la cantidad, les dejo foto).

Papá bajó a comprarse comida y cuando volvió nos sentamos a almorzar, hoy me había pedido ñoquis de papa. En cada internación aprendo algo pero desaprendo otra cosa, nunca jamás pedir ñoquis, eran una bola de masa con salsa blanca extraña, imposibles de comer. La sopa tenía pinta de ser de las buenas pero apenas saqué el film descubrí que no iba a serlo, tenía un olor raro, como muy sintético. De postre por suerte me iluminé y pedí banana, la única fruta que puedo comer cruda siempre y cuando la cáscara esté impecable.

Entró Laura durante el almuerzo, me revisó los pulmones, organizamos un poco lo que viene: cuándo filgrastim, cuándo control de sangre, qué recetas me faltan. Me olvidé de preguntarle en qué quedamos con la vacuna luprón, no sé si al final tengo que ir el lunes o no, supongo que sí. Aprovechamos a preguntarle bien cómo sigue todo, estamos muy cerca y a la vez un poco lejos. Nos aclaró que el PET lo haríamos a principios de octubre, un mes después de terminada la sexta quimio, obvio si todo va bien con el inicio del sexto ciclo, que esperemos que así sea. El resultado es en 24 hs, muy veloz, y de ahí en general hay que esperar entre un mes o mes y medio para empezar con los rayos. Tenemos que conseguir lugar, que me vea un médico de ahí y coordinar todo. Quizás se pueda hacer en el Hospital Militar, sería lo más porque de ahí me cruzo a lo de Male y Mateo. Dice que una vez que empezamos son solo 10 minutos de rayos por día y que los efectos son bastantes más tranquis que los de la quimio. Me pueden bajar las defensas pero no voy a llegar a estar neutropénica, eso está muy bueno. Igual no significa que pueda volver 100% a la vida normal, voy a tener que seguir cuidándome.

Después de terminar de comer, nos pusimos a jugar al burako, me sigue ganando el desubicado. Todo por culpa de Rodri, yo venía bárbaro, pero entró a hacerme los controles y cambió toda la suerte. De repente papá me mató, me pareció un divague. Entraron a hacer la limpieza de la tarde, la de la mañana supongo que la hicieron cuando estaba durmiendo. Me acosté un rato en la cama porque estaba un poco cansada. Vino la merienda y aprovechamos para probar los alfajorcitos que trajo. Le propuse jugar al carrera de mentes, el que jugué con Cris el otro día y no sacábamos una. Esta vez tocaron un poco más lógicas por suerte, pudimos responder varias y ¡logré ganar! Una victoria por día siempre viene bien.

Llegó mamá y definieron quién sería el afortunado de llevarme mañana a casa, yo calculo irme bien temprano, tipo 5 de la mañana ya se terminarían las bolsas de quimio, me quedaría solo el suero. Después faltaría que me desconecten y venga un clínico o hematólogo a revisarme, escribir la hepicrisis y darme el papel del alta. No debería extenderse más de las 10 de la mañana según mis cálculos, máximo 11 hs. El afortunado fue papá, pero porque apuntábamos a que fuera temprano y él es muy madrugador.

Vino Rodri a ponerme el ondasetrón, preventivo. Yo seguía en la cama y mamá se dedicó un buen rato a hacerme masajitos y malcriarme, es una genia. Extrañaba sus masajitos en las piernas, fueron renovadores. Vino con todos los bordados, un chaleco divino para Mateo, el sweater entre rosa y violeta de Male, que le quiere bordar unas flores, va a quedar muy divino, y mi chaleco que ya casi está terminado. Le propuse jugar al rapigrama, gran juego si no lo conocen, son creo que 9 dados con letras y cada una con puntaje. En un minuto hay que intentar armar la mayor cantidad de palabras con las letras que te tocan. Estuvo divertido, en algunas un poquito la ayudé pero porque yo lo juego mucho, me divierte. Después me puse a escribir, porque si no me atraso y me confundo todos los días.

En el medio de la escritura me escribió Lu, que estaba intentando pasar el texto a curvas, algo que nos pidió la imprenta, pero no podía porque yo lo pasé en PDF. Debería haberme descargado el Illustrator y listo pero  no lo hice y ahora me da fiaca aprenderlo y cambiar todo. La conclusión fue probar mandárselo así a su hermana y si ella puede verlo bien, esperar que la imprenta también. La primera gráfica que mandé a imprimir salió perfecto, sería raro que esta no. Mientras, mamá tejía, llamó la Nonet y hablamos las tres por altavoz, se le había quedado el auto sin batería y el camioncito de auxilio del ACA le pasó por al lado, no la vieron, pobre.

Andy me llamó para decirme que se le complicó, estuvieron todo el día sin luz en el trabajo y entonces iba a llegar más tarde. La amorosa de mamá me acompañó a comer, le armó la cama a Andy, acomodó la mía y empezamos a guardar todas las cosas. ¡Mañana me voy y se termina el quinto ciclo, qué locura!

Llegó Andy y mamá se preparó para salir al frío, por suerte había venido abrigada. Al final vino directo del trabajo, yo le había dicho que aprovechara para comer rico en casa y venir bañado pero se le iba a hacer tardísimo y no iba a tener ganas de volver a salir. Por suerte consiguió estacionar bastante fácil. Bajó a comprarse un jabón y la comida, se pidió milanesa con papas. Se ve que estaba buena o él muerto de hambre porque no dejó nada. Salimos a caminar un rato, hace dos noches no salgo del cuarto, nunca llegaba por el cansancio. Hoy caminamos un montón, qué lindo estirar las piernas más de cuatro pasos seguidos. Terminamos haciendo 2.025 pasos, puede no parecer nada pero mi promedio internada es de menos de 300 creo, una tristeza.

Nos cruzamos con Nancy y Anita que ya estaban haciendo sus rondas de pacientes. Y al final con Erika que todavía estaba con algunas cosas en el office de enfermería. Le dije que me avisara cuando quiera hacerme los controles así volvíamos a la habitación pero nos dejó caminar un rato mientras veía a los demás pacientes. Después de un rato volvimos, me dijo que ayer estaban chochas con los alfajorcitos, se los comieron al toque con el té de la madrugada. Me trajo los corticoides y revisó el robot y la bolsa, obvio que le falta un montón. El otro día pesaron la bolsa y le dio que tenía 649 mg, cuando supuestamente tiene 600 ml. Para que pase en 24 hs debería ir a 27 ml/h, lo que vengo diciendo hace un par de ciclos, pero no me creían. Lo vio con su supervisora y lo iban a ver también con Laura para tenerlo en cuenta para los demás pacientes también.

Empezó a sonar el robot por burbuja de aire y vino Nancy, parece que a Erika la mandaron a terapia, así que le va a tocar una noche larga conmigo y el cambio de bolsas. Rezamos con Andy, esta vez se sumó a mi cama, quiso probar cómo se levanta el respaldo y sacó una foto artística: los dos en la lámpara que está sobre la cama. Ahora no me molesta tanto pero los primeros días me parecía tétrico verte postrado en la cama.

Acá se puede apreciar la amplitud del monoambiente