41. PRIMER CONTROL DE SANGRE

Jueves 6 de junio

Me desperté 5 am, escuchaba un ruido en el taparrollo, alguien que escarbaba… similar al de anoche en el living. Traté de pensar que me lo estaba imaginando y volverme a dormir pero eran 5:45 y yo seguía escuchándolo. Decido levantarme, ser valiente, con linterna de teléfono en mano alumbro todo el taparrollo y muevo cortinas… nada, fiuf, qué suerte. Se despierta Andy, ni idea por qué habrá sido… Le cuento lo que estoy escuchando y me voy al baño, cuando vuelvo estaba encintando todo el taparrollo. Creo que ya no quedaban huecos por tapar pero él seguía, yo a esta altura quería volver a dormir pero no había caso, estaba empecinado. Finalmente nos dormimos.

A las 8:45, super puntual, estaba mamá abajo de casa, yo venía muy lento, se ve que ya no manejo lo mismos tiempos que antes. Nos esperó muy pacientemente y nos llevó al Mater. Qué lindo que es volver solamente a sacarse sangre, y si vas pelada es otra experiencia. Todos te sonríen, tenés prioridad, te tratan como si fueras un ángel casi. Desde la persona que te recibe en la puerta, la que toma tus datos y Daiana, que me sacó sangre, una más amorosa que la otra. Mamá se había ido a comprar medialunas a Domani, porque si te sacas sangre en el Mater es tradición comer después medialunas de Domani. Decidí que iba a ir caminando hasta allá, así me movía un poco. Tengan en cuenta que desde el 29 de abril que no camino más de 1000 pasos por día casi. Hoy ya había subido y bajado las escaleras al subsuelo, toda una atleta.

Cuando pasamos por el Triage de guardia veo que está la señora que me atendió ese 29 de abril. Decido volver, contarle quién soy, que me descubrieron un linfoma y agradecerle por la excelente atención de ese día, me dio prioridad cuando yo solamente creía tener un ataque de pánico. No me quedé mucho más porque me emocioné, se ve que hoy las lágrimas están fáciles. Seguimos caminando y nos cruzamos con una familia, entre ellos una niña de 4 años más o menos, que me miró con la sonrisa más amorosa del mundo, claramente los prejuicios los tenemos los adultos. Llegamos a casa, y obvio que lo primero que hice fue zambullirme en esas dos medialunas embadurnadas en almíbar, hoy estaban especialmente ricas.

Desayunamos juntos con Andy y lookeamos a mi nueva compañera, donación de Sonsoles madre. Nos vamos a tener que hacer amigas así que la puse un poco más canchera. Hoy escribí con ella de compañía, podría llamarse: “Lulu falsa”, ya que tanto me peleaban mis hermanos de chiquita, ¡finalmente apareció! Dejé el post listo para que Andy lo revise, ya con las fotos y todo.

Bordé un rato en el sillón y después me fui a leer a la cama. Hoy está Judith en casa haciendo orden y limpieza, clave. Además, le pedimos que nos hiciera una tarta de zapallitos y milanesas para el freezer, ¡es una gran cocinera! La tarta estaba espectacular, no se animó a salir en la foto pero se lleva todos los créditos, creo que no sobró nada.

Llegó el momento siesta, lo fui atrasando para tomarme el paracetamol a las 4 y a las 5 la inyección, no quiero dormir mucho más porque las noches después son difíciles. Así que todo el rato que estuve en cama seguí leyendo. Le mandé a Laura los resultados para saber cómo seguíamos, tengo 26.080 glóbulos blancos, están altos. Igualmente tengo que seguir con filgrastim, me va a seguir doliendo la espalda pero no queda otra, el sábado hacemos nuevo análisis para ver en qué andan, yo pensaba que para esta altura ya irían bajando pero se ve que no… todo es aprendizaje acá. No dormí toda la hora pero descansé un poco, ya me estaba empezando a doler el cuerpo, así que el paracetamol vino bien.

A las 5 nos despertamos y Andy se va a preparar todo. Busca el remedio en la heladera, así se desenfría un poco, saca la jeringa, cambia la aguja por la adecuada y empieza a llenarla con el medicamento. Mi tarea es ponerme alcohol en la panza, al principio ponía en un mini sector, ahora ya pongo por todos lados y que elijan dónde inyectar, siempre nos olvidábamos donde era, aunque usáramos lunares de referencia. Ya está bastante experto, solo quedó una mini gotita afuera…

Llega mamá, hoy venía el señor de los mosquiteros a medir, es una de las alternativas que estamos analizando para al menos evitar que sigan metiéndose en el taparrollo, ya que lo que hizo esta gente claramente no funcionó. Ahora tengo más murciélagos, adentro de mi casa y bastante menos plata que antes. Me dice que al final el señor no viene, aprovecho a bañarme pero me vuelvo a poner ropa, hoy es día de ser persona “normal”. Obviamente que no pienso ponerme un jean o “pantalón duro” hasta el año que viene, eso que quede super claro, pero puedo ponerme ropa cada tanto.

Llega Rafi, nos sentamos en el living a charlar, yo me como uno de los alfajores ¡que estaba muy bueno! Rafi se come una de las medialunas que habían quedado y yo mientras voy bordando, le estoy tomando bastante la mano. Hoy me cosí el pantalón pero eso es un detalle nomás, y solo una puntada, fue de fácil solución, por suerte me di cuenta rápido. Estábamos muy tranquilos, meta charla y de repente a Rafi se le transforma la cara. Se para a toda velocidad y cierra la puerta que va a los cuartos, sin mediar palabra se va por la cocina. Con mamá no entendíamos nada pero… algo sospechábamos. Andy se lo encuentra tirado cuerpo a tierra tratando de avanzar hacia el cuarto, cuando ve que el murciélago se mete en el segundo cuarto corre a cerrarlo. Parece que el maldito estaba volando por la casa muy tranquilo.

Se preparan los cazadores Andy y Rafi, personajes totales. Andy cree que dentro de 5 murciélagos más ya va estar listo, Rafi dice que no puede no agarrarlo, que es una cuestión de supervivencia, si le llega a pasar a él tiene que poder hacerlo.

Se ponen pañuelo y gorra y cada uno agarra su arma, para la foto nomás porque después lo miraban desde la puerta, dejo video. Cuando mamá vio el video se explotó de la risa, no había como frenarla, estaba tentada. Al ver que estos cazadores no estaban muy convencidos decido llamar al cazador oficial, estaba por Capilla del Señor, pero lo agarramos en el auto así que se vino directo. Según Rafi que si lo agarraban antes le avisaban para que no venga… creo que todos sabíamos que eso no iba a pasar pero lo dejamos creerlo un rato. Andy se va a comprar la comida, creo que cualquier excusa con tal de no estar en casa, tenemos una carnicería a la vuelta, creo que se fue a una a 20 cuadras por lo que tardó.

Llegan papá y Andy casi juntos, Rafi había ideado una estrategia que para mí era medio extraña pero bueno… yo mientras fingía demencia en el sillón y seguía bordando, no puedo más con estos murciélagos. Hoy llamé a los “fumigadores” tres veces, nunca me atendieron. Si no me atienden pronto, no me va a quedar otra que escracharlos en redes, ya me parece una falta de respeto la pésima atención que brindan y lo caro que son, al menos si brindaran una solución yo no tendría problema en pagar por su servicio. Entra papá primero y los otros dos atrás, estaba arriba del aire acondicionado, se sube a un banquito pero no llega, Andy aprovecha y busca una silla, con tal de salir de ahí cualquier cosa creo. Papá no lo veía y Andy desde la puerta le iba indicando, en menos de un segundo lo caza con la mano, en una bolsa obvio. Este señor es increíble, qué suerte que sea mi padre y no le tenga miedo a los bichos, ¡¡dichosos todos!! Revisaron por todos lados, porque según Rafi había dos, pero no apareció otro, los mandé a revisar el baño y mi cuarto a consciencia. Mamá y Rafi se van en el ascensor con el murciélago. Obviamente que antes de bajar mamá nos regaló el grito del año, según Rafi no hizo nada pero bueno bajar con un murciélago movedizo en una bolsa no debe ser muy agradable. Antes de que se vaya papá le pido que revise bien el living, cada cortina y de paso nos encintó el aire del living, que había un hueco no muy divertido. Lo mandé con chocolate Lindt amargo con avellanas, al menos no se fue con las manos vacías.

Nos sentamos a comer hoy bife de chorizo con papas y batatas, tremendo. La idea era que papá comiera con nosotros pero ya había comido y estaba agotado. Hoy se queda a dormir en el centro, esperemos no tener que llamarlo. Terminamos de ver la peli de ayer, eran las 23 hs pero yo sentía que eran las 3 de la mañana, me tomé un paracetamol porque ya empezaban los dolores y mi clona querido, ya no me hago más la viva. Qué aburrido es tomar tantas pastillas igual… pero necesarias, lo sé. Vamos a la cama, el o los murciélagos del taparrollo nos regalan una serenata pre dormida. Rezamos juntos y nos vamos a dormir, me quedaban sólo dos capítulos para terminar mi libro pero lo dejo para mañana.