138. LA VI A LAURA

Miércoles 11 a viernes 13 de septiembre

El miércoles fue una noche fatídica, donde Andy me dedicó una ópera de ronquidos con altos muy altos. Qué difícil está siendo salir de la cama a la mañana. Desayuné y ordené un poco porque hoy tengo visitas. Vinieron mamá y Marina, mañana se va, por suerte pudimos coordinar vernos una última vez. Nos juntamos a coser, fue la encargada de cortar el “molde” que hicimos a ojo de un vestidito de Male que nos trajimos el otro día. Yo fui la encargada de coser y de coser “sueltito” para que quede con más onda la parte inferior, no sé cómo se dice. Después Marina se fue, hoy tiene mil programas. Obvio que se nos re pasó la hora de almuerzo, porque entre mamá y yo nos copamos y el tiempo vuela. Finalmente decidió bajar a comprar algo, volvió con huevos. Preparó un arroz con huevo frito y yo sumé una quesadilla, la realidad es que solo había desayunado una taza de choco krispis y ya eran las 3 de la tarde.

Después se fue a la obra, se suponía que yo iba a dormir la siesta pero bordar la ovejita para Male era demasiado tentador, así que hice eso mientras mi novela española está de fondo. Después cosí y surfilé un poco más hasta que llegó la hora del gran evento de la tarde: conocer la casa de Rafi y Lili.

Me pasaron a buscar mamá y la Nonet, me puse un pantalón apretado, no jean pero bastante justo. Quería cambiar mis cuatro pantalones que usé estos más de cuatro meses. Pésima decisión, debería haberle prestado atención a la Lulo que hace meses dice que no piensa volver a usar pantalones apretados, ¿Quién los invento? Estando tan cerca de Mamía, se nos ocurrió que no podíamos no ir. Llegamos y elegí las masitas más ricas, la Nonet se llevó unos canelones de verdura para la noche, son increíbles.

Llegamos y Rafi me hizo el gran tour, el departamento está lindísimo y es muy cómodo para los dos. Además el edificio tiene parrilla y pileta, todo muy top. Nos esperaban con la mesa puesta y un montón de delicias gluten free. Pasamos una tarde divertida, comiendo delicatessens y charlando un rato. Después me mostró la parrilla, porque quiero hacer algo ahí en octubre.

A la vuelta me dejaron en casa, me encontré con Andy abajo que justo llegaba de futbol, con las compras para hoy. El menú es bife, de no sabemos qué porque no se acordaba, con puré que estaba muy rico. Volvieron las papas con gusto a papa, ¡ya no más papa blanca brasilera sin gusto! Jugamos un burako, que por supuesto gané, rezamos y a dormir.

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El jueves fue muy tranquilo, a la mañana me dediqué a coser hasta donde pude el vestido de Male, me quedé sin hilo celeste. Como ya no podía avanzar más en el vestido, decidí coser el porta anteojos de mamá que tengo bordado hace varios días, me quedo bastante bien, estoy muy orgullosa de mí. Llegó papá y Judith nos preparó unas riquísimas milanesas fritas de bola de lomo. Papá había hecho un puré de zanahorias y otro de batata, tomo muy gourmet hoy, estaba riquísimo.

Post almuerzo me conecté a la reunión que teníamos con la fundación Flor, ya que los alumnos de Discar van a participar como voluntarios de los premios. El objetivo de la misma era que conocieran el lugar, sus tareas, horarios y además, la vestimenta que debían llevar. Estuvieron todos muy atentos, tenemos ocho voluntarios. Después nos quedamos hablando un rato con Hernán, mi co-equiper, nos pusimos al día de muchas novedades. Ya pronto retomaré un poco más mis funciones, estoy esperando al PET, que creo que me va a dar algunas certezas en cuanto a qué será de mis futuros días, por ahora disfrutando del descanso.

Me dormí una mega siesta  y lo reté a papá a un duelo de burako. Lo grabé enfurecido porque yo tengo mil millones de jockers y él ninguno, es espectacular el video pero no lo voy a publicar, por ahora. Vamos empatados 3-3 en partidos, el último quedó por la mitad porque hoy tengo cita con amigas, ¡salgo sola!

Papá me dejó en Quotidiano, fui la primera en llegar, en principio venía solo Manu así que pedí mesa para dos, al lado nuestro se sentó una pareja de personas mayores. Mientras estaba sola, noté que la señora estaba molesta porque el “mantel” de papel no llegada bien a las esquinas, es decir, no cubría toda la mesa. Me llamó la atención pero nada de gravedad, por ahora. Llegó Manu y me dijo que venía Sol también. Cuando vino el mozo le consultamos si se podía agregar una persona más, y nos dijo que no porque no íbamos a estar cómodas. En ese momento la señora mayor de al lado se sumó indicando que no correspondía y que no podía sentarse nadie más. No le dimos mucha bola y le consultamos al mozo si podrían entonces pasarnos a otra mesa, nos dijo que nos pondría en lista de espera. Cuando se va nosotras retomamos nuestra charla y la señora nos interrumpe:

• Sra: No se puede sentar otra persona más, sería un engendro.

• Manu: Si, bueno, pero tenemos mucho amor para dar por acá.

• Sra: Si, pero nosotros no (y siguió diciendo pavadas, se le sumó el marido también)

• María: No se preocupen, ya pedimos otra mesa, pronto nos iremos. (tratando de mantener la calma y no subir el tono de voz, pero ya me estaba exasperando la situación, ¿puede ser que exista gente tan amargada en este mundo?)

No fue solo lo que dijeron, sino, cómo lo dijeron. Al principio me enojé, yo venía chocha a juntarme con amigas y disfrutar de una comida afuera con ellas, y me encontré con estos personajes, después me dio pena por estas personas que viven enojados con la vida. Llega Sol y le digo que se siente muy cerca mío mientras esperamos la mesa porque los señores no la quieren ahí. En el tiempo que pasó, a ellos les trajeron la comida, la cual comieron casi en su totalidad, dejando una sola porción. Creo que era una pizza o algo así, cuando vino el mozo a preguntar cómo estaba todo el señor le dijo que estaba “incomible”, de esta manera lograron que les llevaran una segunda pizza gratis. Waw, qué locura de personas, pero existen. Nos cambiaron de mesa, fuimos arriba, qué alivio no tenerlos más al lado, me ponían muy tensa.

Ubicadas en nuestra nueva mesa, mucho más relajadas, pedimos la comida y nos divertimos mucho. Manu estaba con muchísimas novedades, trabajo nuevo para ella y su futuro marido, muchos avances con el casamiento, entre muchas cosas. Nos contó de su wedding planner, que parece que es un gran fiasco. Tuvieron reunión el sábado y quedó en pasarles varias cosas en la semana. Siendo jueves, Manu le manda un mensaje recordándole que no le mandó nada aún. A lo cual le responde con un audio diciéndole que su modalidad de trabajo es la siguiente: los novios deben recordarle con un mensaje que ella quedó en enviarles algo, pero no solo eso, también tienen que indicarle qué fue lo que se charló en la reunión y cuáles son los pendientes. El justificativo de todo esto es: “yo tengo seis reuniones por día y no puedo acordarme de lo que hablé con cada pareja”. Me quedé PERPLEJA. Tu profesión es wedding PLANNER, está en tu nombre amiga, es TU tarea anotar y organizar el casamiento, para eso lo hago yo, mucho más fácil que lidiar con vos para cada cosa. Sol recordó que la de su casamiento hizo exactamente todo lo contrario a lo que habían acordado, pese a haber tenido tres reuniones previas en las cuales tuvo que recordarle todo. En mi caso, semanas antes del casamiento me dijo que no habíamos contratado el piso pasa la carpa. Nosotros nos casamos en el campo con lo cual nunca era opción no tener piso porque imposible poder bailar o poner las mesas. Fue un momento estresante que se resolvió favorablemente, por suerte yo estaba segura que sí lo contratamos pero que te digan que no, te hace dudar. A lo que iba con todo esto es que me recordó que tuve un tiempo en el que consideré ser organizadora de eventos, la verdad que soy bastante organizada y perfeccionista. Pero fue descartado porque no tenía muchas ganas de trabajar los fines de semana y feriados e ir contramano a todo el resto, creo que fue una sabia decisión. Terminé volviendo a casa a medianoche, loca descocada total, ¡salí sola y vuelvo a cualquier hora! (obvio que es todo sarcástico pero también emocionante, estoy recuperando mi independencia de a poco). Andy ya estaba en la cama, rezamos juntos y a dormir.

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Llegó el viernes, el día que a muchos seguro interese, ¡hoy la veo a Laura! Llegamos 9:58 h a consultorios externos del Mater. Esperamos un rato hasta que a las 11 h tocó cambiar de consultorio. Subimos al cuarto y fui la segunda persona que llamó. Me dijo que aproveche estos días lejos del sanatorio, que toleré super bien el tratamiento y que me haga el PET el 30 de septiembre. Me dio la orden para hacérmelo y además para hacerme análisis de sangre el viernes anterior. En relación a las medicaciones, me suspendió dos de ellas y me dio la receta para la última caja de aciclovir. ¡Se termina esta caja y soy libre! Todas buenas noticias, puedo retomar mi vida, las defensas ya no deberían volver a bajar pero tengo que cuidarme porque al PET tengo que llegar super sana. Si llego a tener un cuadro viral puede ser que algún ganglio de positivo pero que no sea por el cáncer sino por ese resfrío.

Nos encontramos con mamá que venía de comprar pain au chocolat y cookie de le pain quotidien, capa malcriadora. De ahí nos fuimos las dos al once, qué gran programa. Tenía una lista con todo lo que quería comprar, conseguimos casi todo, la mayoría de cosas son para mi bordado y otro poco para costura, compramos un cono de hilo blanco, muy profesional de nuestra parte. Además compré todos los insumos para mi “Friends day”, del cual todavía no les conté a mis amigas, ¡qué emoción, va a ser re divertido! Obvio que se nos re contra pasó el tiempo y terminamos almorzando pasadas las 15 horas, pero esta vez decidimos salir a almorzar. Terminamos nuevamente en Quotidiano, siempre se come bien y hay pasta gluten free. De postre, al igual que ayer, mousse de chocolate negro y blanco, es un éxito rotundo esta mousse. Las chicas estaban asombradas ayer cuando la probaron, es que no son muy del postre, solo pedimos cuando voy yo, la gordi.

Llegué a casa agotadísima, directo a dormir la siesta. Me desperté y me quedé más de una hora en la cama haciendo fiaca y charlando con amigas, se ve que mi energía se agotó. Volvió Andy de correr y hacer dos millones de cosas y le imploré que me saque de la nube, yo no lo estoy logrando. Se puso a cocinar y yo estoy acá escribiendo, poniéndome al día. Creo que el blog va llegando a su fin o a una pausa al menos. El objetivo era contar mi experiencia como paciente y (por suerte) estoy cada vez más cerca del alta. Escribiré cuando lo amerite o tenga algo que contar, seguro nos volveremos a ver para el PET, imagino que si llegaron hasta acá querrán saber el resultado.

¡Buenas noches para todos, gracias por acompañarme todos estos meses!